En todo el año pasado, la deforestación en la Región Oriental, donde rige la Ley de Deforestación Cero, llegó a 2.000 hectáreas aproximadamente, según datos preliminares del Instituto Forestal Nacional (Infona).
Esta superficie equivale a 80 parques Ñu Guasu en tamaño. El presidente de la mencionada institución, Fredis Estigarribia, explicó que estos datos surgen a partir de monitoreos satelitales que han hecho conjuntamente con una consultora externa.
Lamentó que la deforestación en la Región Oriental sea una realidad pese a la ley. En tres años, el avance ilegal sobre los bosques de esta parte de país sobrepasarían las 30.000 hectáreas inclusive, agregó.
Estos desalentadores números se suman a los del Chaco, donde la situación es aún más preocupante, debido a que no existe una ley como en la Región Oriental.
De acuerdo a datos del Infona, en la Región Occidental se han deforestado unas 30.000 hectáreas de áreas forestales en un año. En esta parte del país, es legal la transformación de bosques siempre y cuando se cuente con los permisos necesarios.
Motivos. Sin embargo, los motivos para destruir los bosques varían de una región a otra. Mientras que en el Chaco se cree que la actividad ilegal sirve para transformar la tierra en pasturas para el ganado, en la Región Oriental se atribuye a plantaciones de marihuana.
El titular del Infona explicó que en esa parte del país se detectan destrucciones de bosques pequeños, de hasta dos hectáreas, que luego se convierten en plantaciones de droga.
Esta modalidad se extiende por casi toda la región y la suma de todo llega a 2.000 hectáreas, solo el año pasado.
Las intervenciones en estos casos involucran a más instituciones, comentó Estigarribia. El Ministerio Público y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) son las más involucradas en estos casos, señaló. De hecho, el Infona se limita a denunciar ante las mencionadas instituciones cuando se encuentran con estas situaciones, explicó el presidente.
Un aspecto que se debe tener en cuenta es que varias de estas plantaciones ilegales se realizan inclusive en áreas protegidas, como reservas y parques nacionales, mencionó Estigarribia.