Oficialistas, luguistas y llanistas llevaron a cabo ayer una sesión paralela en la bancada del Frente Guasu y contra todo lo estipulado en su estatuto y violentando las normas, modificaron tres artículos del reglamento interno que rige en el Senado con una urgencia pocas veces vistas.
De esta forma allanaron el camino a la presentación del proyecto de enmienda constitucional, ya que con la modificación del reglamento dejan sin atribuciones al titular de la Cámara, Roberto Acevedo, para retener el proyecto “por inconstitucional”.
Los senadores se abroquelaron en la bancada luguista, luego de que minutos antes el colorado Julio César Velázquez se haya proclamado presidente del Senado para dar trámite al proyecto. Los oficialistas intentaron primero por todos los medios forzar la convocatoria a sesión que tuvo la negativa de Acevedo, quien convocó a la plenaria recién para mañana.
Ante la premura de los aliados, Velázquez, en calidad de vicepresidente segundo, luego de dar entrada al proyecto y de hacer dictaminar en tiempo récord por la comisión de Peticiones Poderes y Reglamento, donde firmaron cinco de los siete miembros, dirigió la sesión secreta.
Los legisladores justificaron el atropello argumentando en palabras de Juan Darío Monges, quien ofició de secretario, que “el pedido de sesión extraordinaria fue desatendido por una minoría encabezada por el presidente Acevedo y el vicepresidente primero Eduardo Petta, por lo que Velázquez se tuvo que hacer cargo dentro de la indisciplina de una minoría para proceder”.
Igualmente indicó que con esto se da paso al proceso para la aprobación de la enmienda, y que oportunamente y “apegados al reglamento y a las normativas” darán a conocer la fecha en que presentarán el documento.
Con el cambio aprobado por los 25 senadores en el artículo 41 del reglamento se le sacó al presidente del Congreso la atribución de rechazar proyectos.
El documento aprobado a la fuerza establece que una vez que se presente un proyecto de ley, el presidente del Congreso deberá comunicar al Senado, inmediatamente después de haberlo acogido.
Actualmente el artículo menciona que el presidente debe “recibir e informarse de las comunicaciones dirigidas al Senado y ponerlas en su conocimiento, reteniendo las que a su juicio fueran inadmisibles”.
Esta modificación allana el camino al tratamiento de la enmienda, ya que Acevedo se mantiene firme en que el proyecto debe ser rechazado por inconstitucional ya que fue tratado el 25 de agosto.
La modificación del artículo 117 del reglamento reduce la cantidad de votos requeridos para que la plenaria dictamine a favor de un proyecto como la enmienda.
Plantea que las mociones tratadas sobre tablas para constituirse en comisión requerirán 23 votos y no 30 como actualmente se establece.
Al grupo que forzó la sesión ayer y originalmente contaba con 23 votos y uno en duda, el de Velázquez, se le sumaron dos más, el de los liberales Blanca Lila Mignarro y Julio César Yoyito Franco. Fernando Lugo fue el único ausente.
Lilian Samaniego justificó la sesión realizada en apuros señalando que si esperaban hasta el jueves “ellos (los antienmienda) iban a encontrar otra excusa para no tratar”.
Por su parte, Carlos Filizzola del Frente Guasu, se sinceró diciendo que “cada uno va por su interés político” y aseguró que “no se sobrepasó el reglamento”.
“Cuando hay voluntad de una mayoría se hace la sesión a la hora que pide esa mayoría”, dijo a su turno Velázquez.