El Decano fue sorprendido por Luqueño en los primeros 25 minutos de juego. El equipo de Rivera tuvo el dominio y marcó el primero a través de Alegre, que aprovechó el desconcierto en la defensa, donde Jorge Salinas se estaba acomodando como lateral, tras la salida de Blas Riveros, para permitir el ingreso de Cristian Riveros, que terminó siendo el cambio clave para la remontada franjeada.
Rápida reacción. Olimpia no demoró en empatar con el gol de Piris, y sin ser superior en el trámite del juego, se fue ganando el primer tiempo con el gol de Zorro Bareiro.
La complementaria siguió con los dos equipos proponiendo e intercambiando ataque por ataque. De movida empató Luqueño con el gol en contra de Carlos Rolón.
Fantasía y contundencia. Cuando parecía que el juego se encaminaba para el empate, porque había futbolistas cansados e imprecisos, Pablo Zeballos, jugando de armador, habilitó genialmente a Cristian Riveros, que sorprendió en posición de 9 para marcar el 3-2 a favor del Decano.
Luqueño acusó el golpe y jugando con 10, a causa de la expulsión de Marcelo Báez, no tuvo la fuerza anímica ni el fútbol necesario para igualar. Sobre el final, Zeballos puso el cuarto, de penal, en una acción que él mismo fabricó.
Olimpia, a fuerza de goles, se mantiene en la cima.