La fiscala explicó a ÚH que el padre había reclamado al victimario que no volviera a cometer esos hechos, ya que los progenitores estaban al tanto de la conducta de su hijo; sin embargo, el joven ante esto lo agredió físicamente y siguió cometiendo abusos contra sus hermanos.
El hecho saltó a la luz cuando una de las víctimas denunció lo que había sufrido; primero, a su profesora de grado, y quien luego, junto con la directora de la institución, decidió denunciar lo acontecido ante el Ministerio Público. El caso ocurrió en un barrio de Limpio, en medio de una familia humilde; el padre se dedica a la venta callejera.
Ante la información de que el presunto violador (19) estaría con una enfermedad mental, la fiscala manifestó que eso se verá más adelante.
En la mañana de ayer fueron llevados los tres hasta la unidad fiscal, pero se abstuvieron de declarar por falta de un abogado. Fariña también explicó que con un estudio victimológico se sabrá desde qué tiempo las víctimas eran abusadas sexualmente. “Primeramente vamos a evaluar a las víctimas, que seguro estarán shockeadas y posteriormente serán llamadas a declarar vía cámara Gesell”.
El Juzgado de la Niñez y la Adolescencia ya dispuso que los niños queden a cargo de una de las tías, para salvaguardar la integridad de los chicos y para brindarles la debida protección.
Según la denuncia en la Comisaría 9ª de Limpio, son diez los niños que fueron víctimas: 9 varones y una niña. El menor de los abusados es de tan solo 1 año y el mayor de 15. La única nena solo tiene 7 años. Seis chicos tienen rastros físicos de los abusos y el resto manifestó que también fueron víctimas.