EFE
El alfabeto queda conformado así por 33 fonemas y otros tantos grafemas, que incluyen doce vocales, incluyendo las vocales nasales propias de la lengua guaraní, así como dígrafos característicos como mb, nd, ng o nt, y consonantes dobles como rr.
Además, en su próxima sesión la Academia tratará la inclusión de los grafemas d, f, ll y x, que no son propios de la lengua, pero se podrían utilizar para graficar los términos prestados de otros idiomas, generalmente del castellano, de acuerdo con la fuente.
Estos fonemas podrían figurar en un apéndice del alfabeto o bien considerarse su reglamentación de uso, sin figurar en el alfabeto, desde un departamento especial de la Academia dedicado a la gramática y la ortografía.
Los académicos consideraron un “hecho trascendental” la aprobación del alfabeto, tanto para la lengua guaraní como para la trayectoria de la institución.
Entre los miembros de la Academia, que consta de 30 integrantes, figuran escritores, antropólogos, artistas, lingüistas, docentes y estudiosos de la lengua guaraní.
Una vez consensuado el alfabeto, el próximo reto de la Academia será la elaboración de un diccionario oficial de la lengua guaraní, que será monolingüe, además de una gramática de la lengua y un diccionario bilingüe guaraní-castellano.
La Academia de la Lengua Guaraní fue creada en 2010 con la aprobación de la Ley de Lenguas, y fue institucionalizada en 2012 con la incorporación de sus quince primeros miembros.
Posteriormente, en junio de este año, asumieron como titulares de la Academia otros quince miembros.
El guaraní es, junto con el castellano, la lengua oficial de Paraguay y además de este país, se habla también en algunas zonas de Argentina, Bolivia y Brasil.
Se estima que el 90% de la población de Paraguay es bilingüe en castellano y guaraní, y alrededor del 57% solo se comunica en este idioma precolombino, según el último censo nacional, que data de 1992.
Pese a ello, la Secretaría de Políticas Lingüísticas denuncia que el estigma y la discriminación hacia los hablantes de guaraní persiste en Paraguay en algunos ámbitos como el registro civil o los servicios de salud pública.