El hecho fue compartido en la red social Instagram por el adolescente cuya identidad no es revelada en cumplimiento del Código de la Niñez y de la Adolescencia. El acto, catalogado por gremios que luchan por los derechos de animales como “salvaje”, fue denunciado por la organización “Pakoalaja”.
En las imágenes compartidas por esta organización se ve el momento en que el joven mata un sapo con el fin de divertirse con sus amigos. “Luego de asesinarlo juega con el cuerpo, colocándole colilla de cigarrillo, según se puede ver”, dijo la activista Edith Ortiz Gullón.
El menor de edad sería alumno de un prestigioso colegio privado ubicado en el barrio Sajonia de Asunción. Se presume que el hecho fue concretado en una vivienda particular, mientras se desarrollaba una fiesta entre compañeros.
“Lamentamos este tipo de hechos. Es indignante que maten animales por diversión. Queremos denunciar públicamente el hecho para dejar un precedente y lograr que la gente se dé cuenta de que está accionando mal”, expresó Ortiz en contacto con Última Hora.
La ley establece la pena de dos años de cárcel para personas que sin ningún motivo maten a ciertos tipos de animales o los maltraten física y psicológicamente.
También se consideran los casos de zoofilia, abandono, la cría y comercialización de animales sin licencia y el permiso correspondiente, entre otras acciones.
El caso de Tyson
Otro caso con un resultado similar se registró en San Pedro. Pero como afecta a un perro, sí puede aplicarse la ley mencionada. Además, se puede presentar una querella adhesiva en lo penal y civil más allá de lo que establece la normativa, ya que, según los propietarios del animal, las mujeres sindicadas como agresoras entraron a una propiedad privada para luego cometer el hecho punible.
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Abogados independientes, algunos agremiados a la organización “Pakoalaja”, decidieron conformar un equipo jurídico para ayudar a la familia de Tyson para que las agresoras del hecho sean condenadas. Estas fueron identificadas como Liduvina González y Vivian Giménez.