29 abr. 2025

Ahora es posible: Congelan médula y un mes después realizan trasplantes

El trasplante con células criopreservadas se concretó por primera vez en el IPS mediante el apoyo del Hospital Pediátrico Acosta Ñu. El tratamiento se utiliza en pacientes con leucemia, mieloma y linfoma.

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Una paciente de 37 años, que padece linfoma no hodgkin, fue la primera asegurada del Instituto de Previsión Social (IPS) que accedió el pasado 31 de mayo al autotrasplante de médula ósea mediante el uso del método de criopreservación de células.

Este sistema consiste en congelar la médula ósea con el objetivo de guardar por un periodo de tiempo para su posterior implantación. El trasplante con células congeladas representa el sexto procedimiento de este año.

Hay dos tipos de trasplantes: el autólogo, cuando se usa la propia célula madre del paciente, y el alogénico, que consiste en utilizar las células de un donante compatible. El autotrasplante con criopreservación se utiliza para tratar linfoma y mieloma. En más de 15 años se logró concretar 120 trasplantes de médula en la previsional.

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En el caso de la paciente, las células se guardaron por un mes, para su posterior trasplante autólogo. Anteriormente, el procedimiento se realizaba en la previsional sin criopreservación, un sistema que permitía guardar la médula fresca solo por seis días.

En cambio, congelar las células permite realizar el esquema de quimioterapia –que es el acondicionamiento antes del trasplante– sin presión del escaso tiempo. “Es un hito en la historia del trasplante del IPS. Nos abre nuevas posibilidades de tratamiento. Esto nos permite hacer quimioterapias más largas”, señaló el doctor Víctor Salinas, coordinador de Trasplante de médula ósea.

Durante la quimioterapia, la célula se deteriora, por ello, se le saca mediante un procedimiento no quirúrgico y se criopreserva. “Lo ideal es que la gran mayoría de los protocolos sean con criopreservación. Es un método vanguardista. Es una estrategia para no dañar la médula y volver a colocarla”, explicó el doctor Alfredo Quiroz, hematólogo. “Este tipo de tratamiento no es sostenible a nivel de las instituciones privadas por el alto costo y la interdisciplinar que exige”, dijo el doctor Salinas.

APOYO. Las células se colectaron en el IPS, pero se guardaron en la Unidad de Medicina Transfusional del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, un plan que se logró concretar mediante un convenio teniendo en cuenta que el hospital público cuenta con los equipos para el congelamiento de las células.

Con pocos recursos, pero apoyo interinstitucional, se logró el procedimiento que disminuye los costos del tratamiento, destacó el doctor Jorge Batista, jefe del Servicio de Hematología. Tras el trasplante, la paciente queda internada de dos a tres semanas. Se le hace transfusiones mientras la médula vuelve a crecer y producir los glóbulos rojos y plaquetas.

“El objetivo es que se llegue a una remisión (de la enfermedad), a una buena calidad de vida y que se cure”, explicó la doctora Romy Alcaraz, jefa de la Unidad de Medicina Transfusional.