En este sentido empezaron las descalificaciones entre uno y otro contendiente que apunta a quedarse con la presidencia del partido. En particular, la disputa verbal se da entre el llanismo que postula a Líder Amarilla y el ex senador Efraín Alegre.
El senador Blas Llano, líder de Equipo Joven que postula a Amarilla, fue el primero en descalificar a Alegre ex presidenciable del 2013.
Tras la inscripción de candidaturas a cargo del Directorio, Llano recriminó que Alegre no haya participado de la actividad partidaria en los últimos tres años. Fue la reacción al mote de cartista que Alegre y sus aliados dedican constantemente al Equipo Joven.
“Abandonó al partido en el momento que más se lo necesitaba, es decir, está en las buenas y desaparece en las malas”, recriminó Llano al tiempo de sentenciar que su tradicional contrincante interno “no tiene autoridad moral para hablar del Partido”.

A su turno, Amarilla dijo que la tendencia de descalificar y relacionar a un sector como afín a los colorados es común pero hace daño. “En cada coyuntura se acusaron entre liberales de líbero-wasmosystas-argañistas y es por eso que fuimos siempre segundos, por entrar en ese tipo de descalificaciones y por eso es que queremos construir con la gente que quiere al partido y al país. Ellos (por Alegre y afines) son gente que tiene visión miope y no quieren nada para el partido”, afirmó.
En respuesta a sus detractores, Alegre afirmó que los números en la interna le favorecen y que es por eso que los llanista le agravian.
“Nuestra preocupación y nuestro tiempo es para construir una alternativa en el 2018. Los números, el entusiasmo, la suma de la gente que se adhieren nos dice que estamos en el camino correcto y los que están en otra cosa y agravian es porque no”, dijo.
Alegre dio cifras de las listas presentadas a nivel país para las internas donde encabeza con 733 nóminas, seguido por Amarilla con 611 y 562 correspondiente al tercer candidato, Salin Buzarquis.