La profesional hizo una relación de los activos corrientes (recursos del consorcio) y pasivos (deudas y obligaciones) de la sociedad y concluyó que el consorcio no está en condiciones de cumplir con la primera etapa de inversión requerida para modernizar el aeropuerto, que debe financiarse con deuda.
Los fondos requeridos para la primera etapa de modernización del Silvio Pettirossi son de USD 110 millones. En este sentido, la experta explicó que el activo corriente del consorcio es de USD 3,6 millones y su pasivo corriente es de casi USD 3,5 millones al año, lo que significa que los recursos de Sacyr Agunsa son casi iguales que sus deudas.
Por este motivo, el consorcio no cuenta con la suficiente capacidad para afrontar deudas a corto plazo, ya que su activo debe ser el doble (200%) que su pasivo para que pueda pagar sus empréstitos. “Con la división del activo corriente del pasivo corriente, no sale ni uno en la relación. Para tener liquidez tenía que tener el doble de activo en relación a su pasivo. Esto significa una capacidad de pago, con un activo corriente que superen al doble de los pasivos”, aseveró.
Talavera indicó que, así como están las cosas, se demuestra que existe un gran riesgo de que la empresa no pueda cumplir sus obligaciones a corto plazo, o las suspenda por incapacidad de pagos, obligando al Estado Paraguayo a encargarse de esta contingencia que pudiera ocurrir.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppAsimismo, lamentó que en esta licitación tan importante vía APP no haya participado un profesional contable idóneo que debería de alertar de la actual situación.
Violan la ley. Dictámenes de expertos que se dieron a conocer en la semana comprobaron que, efectivamente, Sacyr Concesiones SL tuvo una participación accionaria de 67,33% en la concesionaria del aeropuerto de Murcia, España, donde incurrió en incumplimiento del contrato.
Esta participación siempre fue negada por el MOPC, pero los profesionales señalaron que Sacyr Concesiones SL, la misma que incumplió en su país de origen, es la que se presentó en la licitación para modernizar el Silvio Pettirossi.
De esta forma, desmintieron las afirmaciones del MOPC en defensa de Sacyr y resaltaron que la Ley APP es muy clara en su artículo 19, donde se prohíbe la participación de empresas que incumplieron contratos, dentro de los cinco años anteriores al llamado.
Vale señalar que incluso un dictamen de la Dirección de Asuntos Jurídicos del MOPC afirmó que Sacyr Concesiones SL no tenía participación accionaria en la concesión del aeropuerto de Murcia.
Sin embargo, una auditoría independiente que realizó la auditora Ernst & Young, confirmó la participación de Sacyr Concesiones SL en la concesión del aeropuerto de Murcia. Si corre la adjudicación se podría configurar la conducta penal de lesión de confianza.
Por ahora continúa la puja entre la española Sacyr, que planteó abonar un canon al Estado paraguayo el 32,06% de todos los ingresos brutos que genere el aeropuerto en un año, durante los 30 años del contrato de concesión. El otro competidor, la francesa Vinci, propuso un canon de apenas 1,02% de la recaudación.