Su juventud y ganas de “hacer algo distinto” lo llevaron a recorrer Sudamérica en bicicleta. Hasta el momento, logró concretar su aventura en Argentina, Brasil y Paraguay.
En medio de sus viajes, decidió otorgarle un nombre a su compañera y medio de transporte. “Mi bicicleta se llama Chalitiux. Me la regalaron en Pernambuco (Brasil)”, contó a Última Hora.
El emprendedor de aventuras sobrevive haciendo malabares y recibiendo ayuda de los paraguayos solidarios que le dan comida y un lugar donde dormir.

“Mi objetivo es aprender mucho sobre la vida. Además de las diferentes culturas de la gente y conocer los bellos lugares que existen en Sudamérica. En esta vida nada se lleva, solo la experiencia”, reflexionó David, explicando por qué decidió despojarse de sus comodidades y recorrer varias naciones sobre dos ruedas.
Viaja con una mochila y un bolsón que colocó en una canasta anexada a su bicicleta. Toda su odisea la inició “a dedo”, narró.