Los incidentes comenzaron durante el partido entre Atlético Central y Unión Pacífico. A minutos del final del clásico local y cuando el partido estaba 1 a 1, el árbitro anuló un gol y expulsó a un jugador del Central, quien respondió agrediendo a uno de los líneas. Se produjo una invasión del campo de juego con hinchas que golpearon al réfere, Trinidad Arias, y su asistente, Pedro Recalde, quienes corrieron de la turba y se refugiaron en una casa vecina.
Policías de Nueva Italia quisieron evitar más incidentes y detener a los fanáticos más violentos realizando “disparos al suelo que rebotaron e impactaron en dos de los hinchas, Hugo Milciades Candia y Fernando Enrique Stegen”, según el parte policial. Esto enervó más a los hinchas, que rompieron el parabrisas de la patrullera.
Según los datos de la Jefatura de Policía de Central, el subcomisario Bobadilla fue derivado al Hospital de Policía de Asunción. Los otros dos uniformados que resultaron golpeados son el suboficial mayor Mario Espínola y el suboficial segundo Pablo Amarilla.
Los jueces del partido fueron derivados a Emergencias Médicas para su atención. Varios de los hinchas heridos fueron atendidos en el centro de salud de Nueva Italia.
Reclamo. En su afán de recriminar la actuación policial, un contingente de los asistentes al partido de fútbol fue hasta la sede de la delegación y se generó otro incidente.
Efectivos de varias comisarías tuvieron que acudir a apoyar a sus colegas hasta Nueva Italia para evitar que unas 300 personas aproximadamente ingresen a la sede policial para tomar revancha contra uniformados locales.
Los incidentes fueron comunicados a la fiscala penal de turno de la Villeta, Silvia Graciela Fers.