Por Wilson Ferreira
CIUDAD DEL ESTE
El cardenal Santos Abril y Castelló instó a la feligresía a respetar y obedecer las decisiones que adopta el papa Francisco para el bien de la Iglesia, durante su mensaje final a la diócesis de Ciudad del Este. Las palabras del cardenal se dieron al despedirse de los católicos del Este, durante la bendición final de la misa multitudinaria del jueves.
Pero la visita apostólica en la diócesis de Ciudad del Este culminó ayer con una breve reunión del cardenal Santos Abril y Castelló y el monseñor Milton Luis Tróccoli, con el obispo Rogelio Livieres Plano en la sede del Obispado.
La visita de los enviados del papa Francisco se inició el lunes con una recolección de datos y culminó ayer viernes con una última visita realizada por el obispo Tróccoli al Instituto de Formación Sacerdotal San Ireneo, que funciona en la parroquia Espíritu Santo.
Desde muy temprano se instaló allí para luego, a las 10.00, sumarse al cardenal para una última reunión con Livieres en el Obispado y luego partir rumbo a la capital del país.
“Estamos muy contentos con los datos que recogieron y que llevan para el estudio”, refirió el monseñor Rogelio Livieres Plano en una entrevista colectiva con diferentes medios, luego de despedir a los enviados del Papa.
“Claro, por supuesto”, habrá recomendaciones, según Livieres. El tiempo de entrega de las sugerencias varía mucho “desde un mes hasta un año, más aún ahora vienen las vacaciones allá. No hay mucha investigación. Tendrán que esperar un poco. Creo que en septiembre, octubre, como puede tardar más”.
CAMBIADO. El obispo confirmó también que el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, acusado por supuesto caso de abuso de menores en Estados Unidos, fue removido del cargo de vicario general hace dos semanas a pedido del nuncio apostólico, Eliseo Ariotti. Quedó en el cargo Dominic Carey.
Urrutigoity habló con el cardenal Abril y Castelló el jueves durante 15 minutos. “Y se aclararon temas, pero eso lo tiene que resolver la Santa Sede. No hay ninguna acusación contra él”. En el sitio web de la diócesis se publicó ayer un documento en el que la fiscala de la Niñez y Adolescencia, María Graciela Vera Colmán, solicitó la desestimación de una acusación de Javier Miranda contra Urrutigoity, por falta de pruebas que sustenten la existencia de hechos punibles. “En Roma no hay ninguna acusación, es un sacerdote libre de culpa”.