Destacó que la Iglesia paraguaya es heredera de una tradición evangelizadora de más de 500 años, de raíces franciscanas y jesuitas, por lo que ha de seguir siendo misionera.
“Desgraciadamente el diseño de nuestras comunidades no es misionero. Hay que caminar, salir a las calles”, indicó el enviado papal para la celebración de los 50 años de la diócesis de Caacupé.
Resaltó que se necesitan comunidades en permanente misión. “Todas las comunidades son llamadas por el Señor a responder por cada uno de sus miembros que están al margen”, indicó.
El cardenal dijo estar muy contento por estar en Asunción y dijo a los presentes que en su encuentro con el Papa el pasado octubre, este le pidió hacer llegar su cariño a todo el pueblo paraguayo.
Mañana, el enviado papal presidirá la misa central de la festividad de la Virgen de Caacupé en la explanada de la Basílica y leerá el mensaje de Francisco para la diócesis de Caacupé, en donde el Pontífice ofreció una misa el 11 de julio de 2015 y destacó el papel de la mujer paraguaya en la historia de la nación.