El objetivo principal de la ley es achicar la dimensión estructural del Ministerio, para racionalizar los recursos humanos de la institución.
Durante el gobierno de Fernando Lugo, el Ministerio se convirtió en una superestructura en donde se llegó a crear una decena de direcciones.
El jefe de Estado resolvió establecer en la estructura orgánica del Ministerio de Defensa a la secretaría privada, la ayudantía militar, Asesoría y Enlace Parlamentario, comunicación social. Igualmente está la Dirección General de Auditoría Interna, la Dirección General de Administración y Finanzas, la Dirección General de Asuntos Jurídicos; Secretaría General, Asesorías Especiales y la Unidad Anticorrupción. También quedó el Viceministerio de Defensa y el Viceministerio para las Fuerzas Armadas.
Entre las atribuciones del secretario de Estado están asistir al presidente en materia de Defensa; proponer las normativas generales para las Fuerzas Armadas; dirigir, gestionar y ejecutar la política de Defensa Nacional y el desempeño de las funciones políticas estratégicas y administrativas de las Fuerzas Armadas.
Igualmente menciona que el ministro de Defensa propone al jefe de Estado el diseño y la estructura orgánica y funcional de dicha cartera de Estado. Intervenir en los acuerdos de carácter internacional, relativos a la materia de Defensa, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores. Así como coordinar e integrar comisiones para cumplir funciones transitorias.