Tanto Casco como Rodríguez son dirigentes del Partido del Movimiento al Socialismo (P-MAS), que forma parte de la coalición de partidos que llevó a la intendencia al comunicador Mario Ferreiro.
“En la medida en que la participación política de las mujeres se consolida en el tiempo; la probabilidad de sufrir violencia política se incrementa. Y esa posibilidad se ejerce cuando se cuestiona el modus vivendi; ¡Cómo vas a renunciar a tus fueros! ¡Cómo vas a amamantar en público! ¡Cómo vas a defender a los más desamparados! ¡Dónde se ha visto tamaña osadía! (sic)”, señala el posteo.
“En este caso la violencia política tiene formas muy sutiles, desvalorizan, estigmatizan, con bromas sexistas, despectivas y muchas otras formas de humillación a veces imperceptibles, develando situaciones inimaginables”, agrega.
“La participación política de las mujeres es sin duda un signo positivo e inequívoco de ese largo transitar hacia la equidad. Muchas veces sin dimensionar el tamaño de las barreras y de las reacciones que genera el ejercicio real de la política por parte de mujeres cuestionadoras del orden, en sociedades marcadas por el machismo y la misoginia”, menciona igualmente el escrito de la legisladora.
“La violencia política que enfrentás compañera Karina la siento en mi piel, como también siento un indescriptible orgullo de ser compañeras en la lucha constante, cotidiana por una sociedad radicalmente diferente; y como siempre decís: ¡Prohibido rendirse! ¡Fortaleza! La mejor respuesta. ¡Volverlos a derrotar!(sic)”, remata.
La ex diputada Karina Rodríguez se encuentra en el centro de la polémica por el caso denunciado como cobro indebido por parte del asesor español Lino Xavier Valencia, asesor del TSJE, quien estuvo comisionado en la Cámara Baja cuando la actual funcionaria era diputada.
Tras las publicaciones de ÚH, Rodríguez minimizó el escándalo y se limitó a hablar de una posible “falla administrativa”.