Toda la temporada arrasaron los guerreros y en la serie final iban ganando 3-1. Parecía imposible la remontada de los Cavaliers; sin embargo, emergió la gran figura de LeBron James, que fue vital en el quinto partido y nuevamente anoche anotó 27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencia. Tuvo además el apoyo de Kyrie Irving que marcó 26 tantos.
La franquicia del Este de Estados Unidos había perdido dos finales, una ante San Antonio Spurs en 2007 por 4-0 y la otra en la pasada temporada ante el mismo rival del día de hoy por 4-2, pero finalmente la tercera fue la vencida.
Este título es también histórico por tratarse de la primera vez en la historia de la NBA que un equipo logra revertir la serie final tras estar 3-1 abajo: Los New York Kincks en 1951 ante los ya desaparecidos Rochester Royals y Los Lakers en 1966 ante Boston Celtic habían logrado forzar a un 7º partido tras estar 1-3 en desventaja, pero ambos perdieron el partido definitivo.