La institución educativa de gestión oficial está ubicada en el barrio Trinidad, donde, en contraste, crecen y crecen los edificios de altura y comercios varios. Mientras, en el establecimiento escolar se observan paredes húmedas y goteras, especialmente en el casco antiguo.
La dirección del centro estima que se necesitan al menos 100 sillas pedagógicas para normalizar la situación.
Antes del inicio del año escolar, docentes y padres reciclaron algunos muebles. El esfuerzo no alcanzó debido a la gran demanda.
El instituto cuenta con más de 1.000 matriculados, desde el nivel Inicial hasta la educación permanente, donde asisten adultos los fines de semana.
Necesidad. En Paraguay, al menos 300.000 alumnos empezaron las clases sin tener un lugar donde sentarse dentro del aula, de acuerdo con los datos oficiales del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
Solo en la capital, el requerimiento de pupitres afecta a 9.908 escolares.
Desde la Dirección General de Infraestructura del MEC comentaron que todo proyecto de mobiliarios se remite directamente a los municipios, donde disponen de recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).
En ese sentido, la Municipalidad de Asunción, con la actual administración del intendente Mario Ferreiro, prometió obras de infraestructura en la escuela Uruguay desde hace más de un año.
Hasta la fecha, ni el MEC ni la Comuna responden a los pedidos de la comunidad. El director de Fonacide de Asunción, el ingeniero Christian Meyer, desmintió al Ministerio. Aseguró que el mobiliario corresponde a la entidad del Ejecutivo.
“En un mes esperamos la palada inicial en la escuela Uruguay y en otras tres, que ahora están en el proceso de evaluación de ofertas”, dijo.