La Alcaldía de Cúcuta de forma coordinada con el Ministerio de Educación de Colombia, denunció y declaró emergencia educativa en el Norte de Santander ante la crisis fronteriza.
Esta situación deja fuera de las escuelas a unos 2.000 niños de nacionalidad colombiana, de los cuales 1.700 pertenecen a instituciones de Cúcuta, ya que por no poder cruzar la frontera, no asisten a clases, informó El Espectador este lunes.
“Cerca de 300 niños decidieron regresar a su patria a continuar los procesos académicos y viven una situación verdaderamente dramática, alojados en casas de familiares o de compañeros ubicados en Cúcuta, lejos de sus padres”, explicó Donamaris Ramírez-París, alcalde de Cúcuta.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, prohibió el paso de colombianos a territorio venezolano.
Por su parte, la ministra de Educación de Colombia, Gina Parody, elevó un llamado para que los niños que residen en Venezuela puedan cruzar la frontera y este fin de semana se encargaron de matricularlos, en caso que exista una respuesta por parte del Gobierno venezolano.
La semana pasada, por disposición de Maduro, Venezuela cerró el paso fronterizo entre San Antonio del Táchira y Cúcuta, a causa de los ataques de presuntos contrabandistas a militares venezolanos. Este enfrentamiento dejó tres uniformados y un civil heridos.
Dos días después, Maduro declaró el estado de excepción en cinco localidades limítrofes, lo que dio inicio a una deportación masiva de colombianos.
A causa de esta última decisión los colombianos se vieron obligados a salir con solo lo puesto y acudir a albergues, mientras que el Gobierno colombiano hace su parte, subsidiando el precio del alquiler y colaborando con empleos.