Mucho dinamismo se pudo ver en el primer tiempo. El trámite fue muy equilibrado, donde ambos equipos trataron de implementar toques rápidos y muchos desbordes, por los costados. La propuesta, tanto del Auriazul como de las Águilas, fue más que interesante en los primeros cuarenta y cinco minutos.
General Díaz utilizó de buena forma los pases largos a la espalda de la defensa y tuvo situaciones claras; sin embargo, se equivocó en la definición.
Luqueño apostó a las individualidades de los laterales, tanto Henry Ruiz como Daniel Pérez, apoyados por Alegre y Aguada. Precisamente los dos protagonizaron la jugada del gol a los treinta y cuatro minutos, con proyección de Alegre y Aguada en la conversión.
más ambicioso. En el complemento, el General se constituyó en el equipo más movedizo dentro de la cancha. Fue el que propuso el fútbol. Las Águilas crearon situaciones interesantes, pero siempre se equivocaron en el momento de la definición.
Luqueño tuvo la capacidad para aguantar la presión y especular con el nerviosismo del adversario.
En más de una oportunidad las tapadas oportunas de Jorge Chena fueron fundamentales para mantener la diferencia a favor de los auriazules. General tiene buenos argumentos futbolísticos, pero carece de peso adelante y en un par de ocasiones la ansiedad le jugó una mala pasada a los atacantes.
Luqueño cumplió con su objetivo y este triunfo ilusiona a esa hinchada que anoche nuevamente se constituyó en un factor importante para la victoria en casa.