“En general, el criadazgo es la práctica por la que las niñas de hogares pobres, y a menudo rurales son enviadas a vivir con otras familias, supuestamente para asegurar el acceso a la alimentación y educación. Una vez en el hogar, la pequeña realiza el trabajo doméstico para las familias receptoras, el que normalmente no es remunerado”, describe el documento elaborado por la relatora especial de la ONU, Urmila Bhoola.
Esclavitud. La relatora considera que en muchos de los casos, el criadazgo es una forma contemporánea de esclavitud, además de ser un hecho preocupante por la vulnerabilidad a la violencia y los abusos a los que se exponen las niñas.
Bhoola recuerda al Estado su obligación de penalizar todas las formas de esclavitud y prácticas análogas a esta. Instó a más sanciones jurídicas, mayor inversión para comprender y abordar las causas, y aumentar las campañas de concienciación.