Cristina Villalba fue electa en el 2013 como diputada número uno por el Departamento de Canindeyú, en representación del Partido Colorado. Antes se desempeñó como gobernadora del citado departamento en el periodo 2008- 2013.
Llegó a la Cámara de Diputados de la mano del presidente de la República, Horacio Cartes, como una líder emergente y con la intención de llevar las riendas del bloque colorado.
Fue así que el primer mandatario la impuso como líder de la bancada colorada, que cuenta con una mayoría propia en Diputados (44 miembros), pero Villalba no supo o no consiguió sobresalir.
Durante un año, tiempo que duró su presidencia en el bloque, Villalba, también llamada la Reina del Norte, no supo demostrar su liderazgo, ni representó a Cartes, y, por sobre todo, no pudo coordinar los intereses del Ejecutivo con sus correligionarios ni con los representantes de otros partidos.
Por sus posturas cambiantes y titubeantes, lo único que logró fue la división de la bancada en tres bloques.
CRITICADA. Villalba fue bastante cuestionada por sus correligionarios y colegas.
En varias oportunidades le reclamaron la falta de una postura firme con respecto a decisiones asumidas en las reuniones de bancadas sobre algún proyecto en particular.
A último momento, cuando ya tenían que votar sobre determinado planteamiento, Villalba informaba a sus pares que debían votar en sentido contrario al consensuado.
También le cuestionaron su falta de diplomacia para llegar a acuerdos con sus colegas.
Pese a que siempre tuvo línea directa con Cartes, nunca supo comunicar la postura y los intereses del Ejecutivo sobre algún tema en específico que debía ser tratado en la Cámara Baja.
Fueron los diputados que responden al liderazgo de Javier Zacarías Irún los primeros en abandonar la bancada oficialista, y bajo el liderazgo del itapuense Walter Harms conformaron la bancada B con 12 miembros. El bloque de Cristina, la bancada A, quedó con 33 miembros, pero tras nuevas desavenencias con la líder, seis diputados optaron por crear el tercer bloque, la bancada C, con Dany Durand como líder.
El quiebre de la bancada representó un golpe fuerte para Cristina, y aunque su intención fue la reelección como líder, no consiguió ni el respaldo de Cartes ni el apoyo de sus correligionarios de la bancada A, quienes prefirieron elegir al altoparanaense Elio Cabral como el nuevo líder.
“Hemos tenido logros muy importantes. La gestión que desarrollamos en la Cámara puede transformar la vida de cada uno de los paraguayos”, expresó Villalba el día que dejó el liderazgo.
Desde el asesinato del periodista Pablo Medina y su asistente Antonia Almada, la legisladora está en el ojo de la tormenta. Es que está sindicada de ser la protectora del presunto autor moral de los crímenes, el intendente de Ypejhú, Vilmar Neneco Acosta, quien se encuentra prófugo de la justicia.
La diputada colorada, con quien Vilmar se comunicó antes de darse a la fuga, intentó desmarcarse del intendente, pero no pudo e incluso fue convocada por la Fiscalía para declarar en el caso.
En la sesión del jueves pasado ni siquiera apareció por la Cámara Baja.