La música, al igual que la mayoría de las manifestaciones artísticas, nos ayuda a sacar lo que tenemos adentro: emociones, motivaciones, ideales, sueños... Tendría que ayudarnos a sacar lo mejor, pero a veces también saca lo peor.
La valiente denuncia de la joven Fernanda Frutos contra su ex pareja, el cantante Pedro Lerea, de la conocida banda de rock Pipa para Tabaco, relatando las terribles agresiones físicas y emocionales a las que asegura fue sometida, no solo expone de nuevo el alto índice de violencia contra mujeres en la sociedad paraguaya, sino permite radiografiar la persistencia de la retrógrada mentalidad machista que justifica la brutalidad cavernaria, incluso, en sectores que se consideran más sensibles, ilustrados y de vanguardia, como el de la música rock.
Los escabrosos detalles del calvario sufrido por Fernanda son similares a los que han padecido y siguen padeciendo miles de mujeres, sometidas por una arcaica cultura que considera natural que vidas y cuerpos femeninos sean de propiedad del varón, objetos de control y castigo.
Es terrible leer y escuchar la defensa corporativa de otros músicos, apoyando a su colega golpeador, con el pretexto de que “es un gran artista”. ¿Acaso eso lo exime de una eventual responsabilidad delictiva?
También es terrible leer y escuchar a mucha gente, incluyendo a las propias mujeres, tratando de descalificar las conductas de las víctimas, por ser “fáciles” o porque “eligen estar con personas golpeadoras”, como si ello atenuara el efecto de los golpes y librara de culpas al agresor.
Lo bueno es que muchas mujeres víctimas ya no se callan. Venciendo el miedo y la vergüenza, enfrentando prejuicios y condenas, se atreven a gritar su verdad, como Fernanda. Y es bueno también leer y escuchar las posturas críticas de muchos hombres, solidarios ante la violencia.
La estadísticas sostienen que 9 de cada 10 mujeres sufren violencia física, emocional o de algún tipo en Paraguay. En enero del 2016, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas recriminó a la delegación paraguaya durante el Examen Periódico Universal, por no reducir estos índices. Se anunció allí que la Ley de Protección Integral a la Mujeres contra toda forma de Violencia estaba en marcha, pero lo cierto es que la Cámara de Diputados la ha recortado y le ha sacado toda eficacia. Queda la esperanza de que el Senado le devuelva su esencia original.
Todos debemos respaldar las campañas como #Niunamenos y #Porellas, pero a quienes tienen una gran ascendencia entre el público, como los ídolos del rock, se les exige mayor compromiso. Será la manera de que el rock siga “pegando” en un sentido verdaderamente positivo.