Los cadáveres de los infortunados fueron hallados en la noche de este sábado en una zona boscosa de la estancia Kororó, perteneciente a la empresa Lagunita, ubicada en las afueras de la localidad de Tacuatí sobre el río Ypané, en el departamento de San Pedro.
En principio, el capataz Celso Acosta y el jefe de seguridad del establecimiento ganadero, Feliciano Coronel, fueron liberados luego de ser tomados de rehenes junto a otros cuatro guardias, que luego fueron hallados muertos, confirmó el ministro del Interior.
Según el informe policial, el capataz de la estancia, Celso Acosta, y cinco guardias privados (capangas) salieron a realizar rastrillajes en el interior de la estancia siguiendo rastros de abigeos que faenaron los animales vacunos. Es así que se topetaron con 10 a 12 hombres armados y vestidos de para-parai, quienes los sorprendieron y los redujeron.
Minutos después, los hombres armados liberaron al capataz, quien alertó a los agentes de la Subcomisaria de Cruce Tacuatí, a cerca del ataque del grupo armado. El suboficial principal, Fidel Arias, jefe de la sede policial jurisdiccional, pidió refuerzos a la comisaria de Tacuatí y a la Agrupación León Pirú de Azotey.
Los primeros en ingresar a la estancia fueron oficiales en una patrullera de Tacuatí. Luego ingresó otra que llevaba a los suboficiales de León Piru.
Antes de llegar al casco central se bajaron de la patrullera quedando solo el conductor. En ese momento, se produjo la balacera contra el móvil policial, resultando herido el suboficial 1º Justino Vázquez, de 26 años, quien recibió heridas de arma de fuego en las piernas. De Vargas explicó que el EPP actuó en dos grupos, el primero para la toma de rehenes y el segundo para el ataque a policías.
Según el relato de Arias, en ese momento retorna el grupo de la comisaria de Tacuatí para apoyar al grupo atacado, pero volvió a producirse una balacera proveniente de ambos sectores.
Acto seguido, auxiliaron al herido en la camioneta de Tacuatí, pero al salir en la ruta III, en pleno asfaltado, fueron atacados por otro grupo armado.
Ya no hubo más heridos, sin embargo la patrullera quedó por el camino por sus ruedas desinfladas, a consecuencia de la balacera. Otro móvil policial auxilió al herido hasta el hospital de Santa Rosa, donde fue asistido.
El ministro De Vargas descartó una persecución por el bosque esta noche. Consideró que sería un “error” por parte de la Policía.