Sin embargo, la llave sigue abierta y todo se definirá en el choque de vuelta, que debe jugarse en el estadio Feliciano Cáceres.
El Auriazul aguantó bien los primeros 20’ del enfrentamiento, pero después llegó el tanto de John Hernández, quien aprovechó muy bien un rebote que cedió el buen portero José Aquino.
Luqueño después se insinuó en par de ocasiones, pero no encontró la fórmula para llegar con claridad hasta la portería del Independiente Medellín.
En la segunda parte, el equipo de Rivera mostró mejoría en su juego colectivo, pero mantuvo ese déficit en la puntada final.

Y llegó el segundo del Independiente por intermedio de Juan Fernando Caicedo, quien dejó por el suelo las ilusiones de Luqueño de llegar a la paridad.
El Sportivo no tomó sus precauciones y llegó el tercero de los cafeteros por intermedio de Luis Arias.
Las chances del conjunto de la ciudad de la Música están muy complicadas. Es que en la revancha debe anotar tres tantos y además cuidar que el rival no le haga un gol. El panorama es difícil.