La legisladora había intervenido durante el debate cuestionando el polémico proyecto y abogando para que sea rechazado.
Tras la votación, anunció su salida y al mismo tiempo invitó a sus demás colegas que estaban en contra que también salgan.
A pesar de que se retiraron varios, igual hubo cuórum para seguir con el tratamiento del proyecto en particular, y su posterior sanción.
Durante su intervención, Masi trajo a colación que se había discutido mucho el proyecto con los asesores de su partido, y que la sugerencia fue que no participe porque podría ser una víctima de lo que decida la mayoría.
“Aquí lo que importa es recuperar la credibilidad del Senado y Diputados. Vale la pena que se corra cualquier riesgo”, fue su argumento.
Posteriormente, surgió un comunicado institucional de su partido en el que se indica la indignación a una ley que beneficia a los corruptos.
“Perjudica gravemente la credibilidad del Legislativo, quiebra el Estado de derecho y garantiza la impunidad de sus miembros”, se critica.
Se refiere que el PDP condena esta ley que considera inconstitucional, por lo que desconocen su validez.