25 abr. 2025

Diversión a la carta

El bridge, un juego muy conocido en otros países, también tiene sus aficionados en Paraguay. Este pasatiempo convoca a hombres y mujeres y los pone frente a frente, mesa de por medio, en pie de igualdad.

Por: Carlos Darío Torres

¿Qué tienen en común Bill Gates, John F. Kennedy, Deng Xiaoping, Mahatma Gandhi, Omar Sharif y Agatha Christie? Además de la fama, a estos personajes los une su pasión por el bridge, un juego de mesa practicado con cartas, tan extendido en el mundo que hasta tiene su propiocampeonato mundial. Y desde 1999 posee el reconocimiento del Comité Olímpico Internacional (COI).

Probablemente la mayoría de los paraguayos solo hayamos escuchado algo sobre el bridge gracias a las series, películas y publicaciones estadounidenses, y seguramente nos resultó un juego distante, no solo geográficamente, sino también desde una perspectiva cultural.

El nuestro es, además, un país en donde los juegos más populares de naipes usan la baraja española, y son pocos los que utilizan la baraja francesa y han conseguido espacio en la preferencia de los paraguayos, a excepción, quizás, del póquer.

Sin embargo, el bridge también tiene sus adeptos en Paraguay y existe un gremio que los aglutina y cuenta con el reconocimiento del Comité Olímpico Paraguayo (COP): la Asociación Paraguaya de Bridge, que ya tiene sus años encima, pues fue fundada en la década de los 40 del siglo pasado.

Rancio abolengo

Considerando la época de fundación de la asociación paraguaya, se puede afirmar que la presencia del bridge en nuestro país es muy antigua. El origen del juego se remonta al siglo XVI, en Europa. En 1526 aparece mencionado en un documento como triumphus hispanicus.

Un siglo después comenzó a ser jugado por las clases nobles británicas y adoptó el nombre de whist, pasando a disputarse fuera de las Islas Británicas, en Europa, y casi enseguida en América del Norte. El nombre de bridge apareció en 1873, pero las normas actuales se deben al millonario estadounidense Harold S. Vanderbilt, quien en 1925 reglamentó el juego. También fundó la Federación Internacional de Bridge y organizó el primer campeonato del mundo.

A partir de entonces, su difusión aumentó y en más países aparecieron personas dispuestas a adoptar el bridge como uno de sus pasatiempos favoritos, influjo al que no permaneció ajeno el Paraguay, que desde los años 40 cuenta con adeptos al juego. Los mismos que años después crearían la asociación que hoy rige la actividad en el país.

Para quienes no lo conocen o tienen poca información al respecto, el bridge siempre estuvo asociado al prejuicio de que es un pasatiempo de gente burguesa, principalmente de mujeres de sociedad, generalmente mayores, que se reúnen alrededor de una mesa para disputar algunas manos en medio de amenas conversaciones.

Pero nada obliga a que esto sea así, pues según aclara la presidente de la Asociación Paraguaya de Bridge, Cristina Ivanauskas de Felippo, el bridge puede ser disputado por personas de cualquier extracción social y edad, por más que en la actualidad sean los mayores de 40 años los que predominan entre los jugadores.

“Somos actualmente unas 70 personas en total las que jugamos. Desgraciadamente la mayoría es gente mayor, porque los jóvenes hoy están en otra cosa y nos cuesta incentivarlos a que jueguen”, lamenta Ivanauskas, quien cree que esta situación se debe a que probablemente las personas mayores de 40 años son las que disponen de más tiempo para dedicárselo al bridge.

“No es que sea elitista, sino que el juego necesita un desarrollo del conocimiento de reglas que requiere un poco de dedicación y estudio. Pero a veces la gente no quiere estudiar. El bridge es como el ajedrez, pero con cartas. Es un desafío cada vez que uno se sienta a la mesa”, asevera.

Ella explica que este es un juego muy interesante, pero que lleva tiempo desarrollarlo, ya que dura de tres a tres horas y media. Como pasatiempo es beneficioso, porque desarrolla la capacidad de tomar decisiones inmediatas con lo que se presenta en la mano, estimula la interacción con los compañeros (porque se integra un pequeño equipo) y desarrolla la concentración.

Además, el bridge potencia la memoria y la capacidad de armar el juego. “Como en el ajedrez, uno se va adelantando a las posibilidades según lo que mueve”, puntualiza Ivanauskas. Esta modalidad incluso

forma parte de los Juegos Mundiales de Deportes Mentales, o World Mind Sports Games, entre los que se incluyen el ajedrez, las damas, el go y el ajedrez chino.


A competir

Paraguay ya fue sede de torneos continentales. El último campeonato sudamericano fue en 2011 y el anterior verificado en el país se hizo en 1998. Los torneos sudamericanos se disputan anualmente en una sola sede. “La última vez tuvimos la participación de unas 200 personas”, resalta Ivanauskas.

En los sudamericanos, hay países que cuentan con dos o tres equipos, pero cada asociación puede presentar el número de personas que desee, si bien como mínimo debe enviar un equipo. Hay diferentes modalidades y categorías: youth, para equipos de jóvenes o juniors; el normal, y el senior. La categoría junior es para jugadores de hasta 24 años, el normal hasta 65 y el senior desde los 65. Las parejas pueden ser mixtas, solo de hombres o solo de mujeres, si bien existen categorías exclusivamente femeninas.

Por lo general, después de cada sudamericano se realizan festivales donde se inscriben todas las personas que están dispuestas a competir y que pueden estar federadas o no. Se presentan en parejas o equipos.

Saliendo del ámbito sudamericano, también se disputan campeonatos mundiales, que pueden llegar a convocar a más de 1.000 participantes.

El bridge, por supuesto, también se puede jugar socialmente, en forma no competitiva, aunque la gran mayoría prefiere participar en competencias y torneos. ¿El motivo?, les resulta más interesante, ya que se comparan los resultados y se va calificando a los jugadores de acuerdo a su actuación. En esta modalidad no se apuesta, pero hay premios por categorías, que pueden ser copas, medallas, etcétera. Al no haber apuestas, tampoco se utilizan fichas como en el póquer.

En todo el mundo hay semilleros de bridge y se incentiva la competencia entre gente joven. En Paraguay, el Centenario es el único club que organiza torneos, además de la asociación. El costo para disputar partidas es prácticamente nulo, por lo que es muy accesible para los interesados en practicarlo.

“En países más avanzados se incentiva desde la escuela primaria, porque ayuda a desarrollar capacidades como la concentración, la atención, el respeto por el compañero”, remarca Ivanauskas. Se cuentan historias de maestras que tenían problemas con sus niños en matemáticas, hasta que les enseñaron a jugar bridge y así lograron mejorar sustancialmente el rendimiento de los grupos. Incluso mentes brillantes, como Bill Gates, disputan partidas de este estimulante pasatiempo. Gimnasia para la mente, pero de manera divertida.


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Así se juega

El bridge de contrato, más conocido simplemente como bridge, es un juego de naipes de cuatro jugadores formando parejas, que consiste en que, en cada ronda, una de las parejas debe ganar como mínimo un número de bazas previamente acordado en una subasta entre los jugadores. El resultado de la subasta se considera un contrato entre ambas parejas, por el cual si la pareja que haya anunciado el contrato final logra cumplirlo -consigue el mínimo de bazas acordado-, se lleva los puntos, mientras que si no consigue cumplirlo -no consigue el mínimo de bazas acordado-, los puntos se los lleva la pareja rival. Se juega con baraja francesa de 52 cartas y por parejas.