26 abr. 2025

El EPP, la suma de todos nuestros demonios

Por Gloria B. Rolón L. – grolon@uhora.com.py

Gloria Rolon

A estas alturas no creo que exista una sola persona, medianamente sensata e instruida, que justifique ideológicamente al EPP y, fundamentalmente, sus torturas y asesinatos.

Entre amenazas, extorsiones, secuestros, asesinatos y –ahora también claramente comprobadas– torturas, este grupo de delincuentes hace tiempo que mantiene en jaque al país.

Sí, a toda la nación, pues los daños que ha ocasionado desde su aparición y que sigue produciendo no son ni personales, ni “de clase” como pretenden hacernos creer sus integrantes y adeptos, sino que involucran a todos y cada uno de quienes habitamos esta golpeada sociedad.

No sé si son o no funcionales al “poder” tal cual lo quieren presentar ciertos representantes de sectores políticos que cuando ejercieron la administración del país poco o nada hicieron por combatirlo. Es más, se dedicaron a incrementar sus ingresos personales y partidarios buscando eternizarse en el cargo, pero no a enfrentarlo. De lo que sí estoy segura es que en realidad el EPP y sus exponentes encarnan y se alimentan de ese lado oscuro y más perverso que a ratos pareciera prevalecer en nuestra golpeada sociedad: la corrupción.

Mezcla de todos nuestros peores demonios –los que tenemos como sociedad, digo– el EPP succiona y se expande porque como civilidad dejamos que así lo haga.

Este grupo de narcotraficantes, torturadores y asesinos se parece mucho a la sociedad en la que vivimos y de hecho sus integrantes logran impunidad por ello.

Pero, lo peor de todo es que en cuanto y en tanto sigamos exhibiendo abiertamente ese poco afecto a las normas y reglas de buena convivencia, esa abierta inclinación a la coima y al prebendarismo, reivindicando a corruptos y capomafiosos y votando clientelistamente, el EPP seguirá avanzando.

Y, por supuesto, historias como las de Robert Natto y su esposa Erika, que murieron abrazados bajo las balas asesinas del EPP tras ser torturados y tratados “como ganado”, seguirán estremeciéndonos... indignándonos, rebelándonos... solo por unos cuantos días. Insisto, grupos como el EPP existen porque existe una sociedad que permite que existan.