La reina Isabel II leyó hoy en el Parlamento el programa del Gobierno para el próximo curso legislativo, que incluye 26 proyectos de ley, prometidos por el Partido Conservador durante la campaña electoral para los comicios del pasado 7 de mayo, en los que esa formación consiguió la mayoría absoluta.
Este es el primer programa legislativo en casi veinte años que es elaborado por una administración totalmente conservadora, después de trece años de gobiernos laboristas y los últimos cinco de coalición entre “tories” y liberaldemócratas.
Uno de los textos más importantes es el proyecto que deberá autorizar la convocatoria de un plebiscito sobre la permanencia o salida del Reino Unido de la UE para antes de que termine 2017.
Entre otras cosas, está incluido el proyecto para combatir el radicalismo, ante la preocupación de los servicios secretos por el aumento de jóvenes musulmanes británicos que viajan a Siria para unirse a la lucha del Estado Islámico (EI).
Como lo adelantó Cameron la semana pasada, en esta apretada agenda legislativa se incluirá un texto destinado a disminuir la inmigración ilegal con la concesión de poderes a la Policía para que pueda confiscar los salarios de los indocumentados.
Entre los proyectos está incluida la promesa de Cameron de reducir la banda fiscal a partir de la cual los trabajadores empiezan a pagar el impuesto a la renta, al elevarla de las actuales 15 a 30 horas a la semana para los que cobran el salario mínimo, establecido en el Reino Unido, en 6,50 libras (9,1 euros) la hora.
Otro de los proyectos importantes es el de la concesión de mayores poderes al Parlamento autónomo escocés, como prometió Cameron a raíz de referéndum sobre la independencia de Escocia celebrada el pasado septiembre, rechazada por el electorado.
El texto sobre Escocia está basado en las recomendaciones de la llamada Comisión Smith, que ha propuesto que la región tenga control para fijar el impuesto a la renta.
También hay uno sobre la entrega de cierta autonomía a las grandes ciudades de Inglaterra para tomar medidas en materia de transporte y vivienda, mientras que habrá una reforma sobre las huelgas para limitar la convocatoria de medidas de fuerzas.
El primer ministro dijo hoy que se trata de “un programa para la gente trabajadora, con justicia social y para unir a todo el país”.