La investigación, que se realizó en Estados Unidos, logró aclarar que la pareja desde esa edad comienza a preocuparse por la salud del otro. La información confirma las hipótesis que hablaban de que los más propensos a estar sanos eran también más propensos a estar casados, señala la publicación abc.es.
La investigación “demostró que la diferencia entre casados y solteros crece con el paso del tiempo hasta llegar a 12 puntos en las personas que tienen edades comprendidas entre 55 a 59 años”, afirma el estudio.
Los investigadores también dicen que el diferencial de salud entre casados y solteros se reduce completamente en edades más jóvenes, de entre 20-39 años. “En estas edades no hay un efecto del matrimonio sobre la salud, y todo el diferencial observado se debe a que los individuos con más propensión a estar sanos se casan primero”, dice uno de los investigadores, Nezih Guner.
La información además concluye que los efectos solo son visibles a partir de los 40-50 años.
El estudio se basa en datos estadísticos de los Estados Unidos, del Panel Study of Income Dynamics (PSID) y Medical Expenditure Panel Survey (MEPS), y en muestras representativas de la población americana de 20 a 64 años.