26 abr. 2025

Ex fiscala contradice a los que reconocieron a Villalba

La ex fiscala Ninfa Aguilar, que encabezó el operativo donde ocurrió la matanza de Curuguaty, declaró ayer por más de tres horas y media en el juicio oral. Explicó que iban a hacer un allanamiento y detención de los campesinos que invadían la propiedad.

Reconocimiento.  La ex fiscala Ninfa Mercedes Aguilar observa las evidencias en el juicio.

Reconocimiento. La ex fiscala Ninfa Mercedes Aguilar observa las evidencias en el juicio.

En su comparecencia ante el tribunal de Sentencia, la ahora jueza de San Pedro, señaló que uno de los fallecidos tenía en su mano el revólver niquelado que está entre las evidencias, que reconoció cuando le fue exhibido en el juicio.

Sin embargo, con eso, contradijo a otros testigos que habían manifestado que fue el acusado Rubén Villalba –a quien reconocieron “por el físico”– el que tenía el citado revólver. Incluso, uno dijo que fue el que disparó contra el subcomisario Erven Lovera, una de las víctimas fatales.

Al inicio, Aguilar remarcó que sabían que el grupo que estaba en Campos Morombí, era belicoso y peligroso, ya que en enero del 2012, había estado cuando el mismo grupo los había tenido retenidos en la Fiscalía de Curuguaty. “Habíamos vivido horas de horror...”, acotó.

En su deposición, la misma explicó que ese 15 de junio del 2012, tenían una orden de allanamiento con la potestad de detención de las personas que se hallaban en flagrancia invadiendo el inmueble.

Refirió que no ingresó con los policías, ya que Lovera –a quien agradeció por salvarle la vida– les dijo que se quedaran atrás con un agente.

CUERPO A TIERRA. Alegó que tras escuchar los disparos, estuvieron por unos 10 minutos tirados cuerpo a tierra, por consejo del policía que les resguardaba. Unos 40 minutos de acabada la balacera porque temían que hubiera cazabobos, realizaron el procedimiento con su colega Diosnel Giménez.

Durante el largo interrogatorio a la que fue sometida, reconoció las evidencias halladas. Aseguró que al intervenir hallaron un cuaderno –que ahora desconoce dónde está– con una lista de los ocupantes del inmueble.

Uno de los defensores, Amelio Sisco, le consultó si vio cadáveres ahí fue que dijo que uno tenía el revólver. Aseguró también que no sabía si el título presentado en la denuncia, estaba o no inscripto en Registros Públicos.