La hija, Gladys Cubilla, confirmó en contacto con Última Hora que el director de la Banda Koygua falleció luego del mediodía. Su hermano, a su vez, indicó que el músico se desvaneció en su casa y murió al llegar al hospital. Añadió que tenía problemas estomacales, de párkinson y que la probable causa de muerte fue un infarto.
“Fue una persona que no se dejó manejar nunca a las circunstancias. Siempre amó al Paraguay y la música. Él siempre estuvo para su arte y para sus alumnos, y fue un gran ejemplo”, expresó. Los restos del músico son velados en la funeraria Paraná (Rodriguez de Francia 858 casi Parapití) y su entierro se realizará este domingo 17, a las 16.00, en el cementerio de la Recoleta (portón 1).

Por su parte, la sobrina, Virginia Cubilla, aseguró que el saxofonista había adelgazado bastante en los últimos días, razón por la cual su salud se notaba más deteriorada.
Alejandro Cubilla ingresó a la Banda de la Policía a los 12 años, cuando recibió sus primeras lecciones de música con Salvador Déntice y Manuel Rivas Ortellado.
Formó parte de la Banda de la 1.ª División de Caballería en 1948 y, seis años después, pasó a la Banda del Colegio Militar, donde tuvo la oportunidad de estudiar saxofón. Cubilla también había sido el director del Conjunto Orquestal de la 1.ª División de Caballería entre 1956 y 1960.
En 1957 integró como fagotista la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA). Continuó sus estudios de fagot con el maestro argentino Juan Umatino, armonía con el maestro Otakar Platil, y orquestación con el músico argentino Rodolfo Bagnati.
Durante los años ’50 formó una de las más prestigiosas orquestas de baile, muy propias de aquellos años, a la que denominó: Alex Cull y sus Caballeros del Jazz.
Fue finalmente en 1960 que fundó la célebre Banda Koyguá, agrupación pionera en su género, con la cual participó en giras internacionales en las que obtuvo importantes premios en festivales de música folclórica y grabó un par de discos, el primero para el sello Marpar (1962) y el segundo para el sello Cerro Corá (1966).
En 1993 se incorporó a la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Asunción, como asesor de la Banda Folclórica Municipal y profesor de saxofón del Conservatorio Municipal de Música.
Congruente con sus ideas políticas progresistas, fue perseguido y conoció la cárcel durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), sin apearse nunca de sus convicciones; por esta razón, es un símbolo de dignidad artística y personal para sus conciudadanos.