De hecho, ese es el condicionamiento para cerrar un posible acuerdo con los sectores en los que encuentre apoyo para llevar adelante varios proyectos legislativos.
Además, para este último año legislativo los luguistas reclaman la presidencia del Congreso, pero estarían dispuestos a ceder a una mayoría que acompañe las propuestas que persiguen.
Impuesto a la importación de granos, incluida la soja; un aumento del impuesto al tabaco; así como soberanía energética de Itaipú y Yacyretá, son algunas de sus banderas.
A estos se suma el polémico proyecto de ley contra toda forma de discriminación, que no tiene mucha aceptación en la mayoría de sus colegas.
Además exigen el apoyo a proyectos que fomentan la agricultura familiar y la soberanía alimentaria.
El sector liderado por el ex presidente y senador Fernando Lugo intentó en estos últimos dos periodos implementar varios de los proyectos mencionados, que quedaron a medias. En el caso del impuesto al tabaco, al final no se llegó a la sanción que ellos proponían, sino que se tuvo que apoyar un mínimo aumento que sería gradual.
El impuesto a la soja sigue siendo rechazado por el sector que se dedica a este rubro, y a pesar de que se maneja información sobre grandes ganancias, la oposición es fuerte.
En cuanto a la ley contra toda forma de discriminación, sigue teniendo un fuerte rechazo sobre todo por parte de los sectores conservadores, entre ellos, la propia Iglesia.
Apenas se habla del tema y se relaciona con el matrimonio gay y el aborto, generando un alboroto que hace retroceder a la mayoría.
TRABAS. Si bien dentro del Frente Guasu admiten que hay un mayor acercamiento con el oficialismo colorado, la traba será sin duda el tema de la soberanía energética.
Es conocida la postura del luguismo que está prácticamente haciendo campaña contra el acuerdo con Argentina en torno a Yacyretá.
Para el oficialismo, sin embargo, es prioridad conseguir los votos para que el Senado dé vía libre a la propuesta.