El secretario de Estado aclaró las prohibiciones emanadas por la Policía Nacional para las diferentes actividades que se desarrollarán durante la visita del Sumo Pontífice al Paraguay.
Una polémica se generó en la víspera, debido a que en una de las disposiciones se hacía referencia a que no se iba a permitir “la colocación de pasacalles y/o portar pancartas que obstaculicen la visual, ni que contengan alusivos referentes a grupos de lucha social (a favor de: aborto, matrimonio gay, campesino sin tierra)”.
Sin embargo, luego salieron a aclarar que esa medida se trataba de un borrador y que la recomendación final es que solo se iba a controlar los carteles, a fin de que no obstaculicen la visual.
“Bajo ningún punto de vista, en un estado de democracia como la nuestra, se pretende coartar la libertad de expresión”, expresó el ministro del Interior, Francisco de Vargas a la 780 AM.
Lamentó que a veces surjan confusiones en algunos mensajes porque diversas autoridades están involucradas en la organización.
La coordinación de la visita papal también sacó un comunicado de carácter “urgente” donde hizo la misma aclaración que la Policía.
“La Comisión Nacional de la Visita Papal aclara que la recomendación emanada desde la organización de la visita del Santo Padre, referente a la prohibición de la colocación de pasacalles o la portación de pancartas en los actos donde estará el papa Francisco, están orientadas única y exclusivamente a evitar que los mismos dificulten la visual de los participantes en dichos eventos”, señala la misiva
SEGURIDAD. Un total de 9.000 efectivos policiales fueron designados para cubrir las diferentes actividades del papa Francisco, desde este viernes hasta el próximo domingo. Señaló que el evento más complicado de cubrir será la multitudinaria misa de Ñu Guasu.
También se conformó un centro integrado de información de inteligencia con profesionales provenientes de Brasil, Argentina, Colombia, Ecuador, Bolivia y China.
“A nivel internacional hay diversos grupos extremistas que se declararon ser enemigos del Papa, que hoy es una figura espiritual, política y religiosa. Entonces hay que monitorear la actividad de todos esos grupos para que no constituya una amenaza para el Sumo Pontífice y el pueblo paraguayo”, indicó.