Por César Larré
TEMBIAPORÃ
A lo largo y ancho de la colonia Guahory resuena su nombre. Julián Armando Díaz Solís es quien, según los campesinos, “fabricó títulos de propiedad” a los brasiguayos.
Díaz Solís, quien hasta ahora se desempeña como administrador de colonias en Caaguazú, utiliza como su estancia unas 100 hectáreas en Guahory, donde hoy se viven tensas horas.
Un equipo periodístico de Última Hora y Telefuturo llegó hasta su establecimiento, pero, como era de esperarse, no se encontraba.
Pablo Franco es el nombre de su capataz. Vive en la estancia con su mujer y su pequeño hijo.
Tenía en el lugar una gran cantidad de animales, como ser vacas, cabras, ovejas, caballos y otros. Pero cuando comenzó a caldearse el ambiente en la colonia, los trasladó a otro sitio.
No solo posee la estancia en Guahory; a través de un poder especial para transferir inmueble, de fecha 8 de agosto de 2007, otorgado por el señor Juan Guerrero Brítez, a quien sería su prestanombre, Modesto Gerardo Velázquez, se hizo de otro lote, de pequeña superficie.
Su entorno familiar también se hizo de tierras en la colonia, cada uno con 10 hectáreas.
Su madre, ya fallecida, Mercedes Damiana Solís, recibió en el año 2005 su título de propiedad, al igual que su hermano Óscar Joaquín Díaz Solís. Su ex esposa, Graciela Lorenza López Rojas, recibió su título de propiedad en el año 2002.
Su madre y su hermano cancelaron en el Indert su pago por el lote en el año 2007, mientras que quien ahora es su ex mujer lo hizo en el 2005. Graciela López Rojas, además de estas 10 hectáreas, tenía otras 19 en la misma colonia.
LAS VENTAS. En marzo de 2008, los familiares del funcionario del Indert transfirieron, a través de un poder especial, sus inmuebles de 10 hectáreas al colono brasiguayo Jair Weber Weber.
Ese mismo año, Weber era beneficiado por el Indert con otras 27 hectáreas dentro de Guahory.
En el 2010, la ex mujer de Díaz Solís vendió por contrato privado la otra superficie que poseía, la de 19 hectáreas, al mismo colono.
En este caso, los lotes fueron revendidos antes de los 10 años establecidos en el Estatuto Agrario, que corren recién a partir de la cancelación de los pagos, según entendidos en la materia.
Última Hora consiguió contactar con el funcionario de la institución agraria, que hoy está en el ojo de la tormenta.
Julián Armando Díaz Solís admitió tener su establecimiento en Guahory, e igualmente reconoció que sus familiares ya citados ostentaban propiedades en la colonia.
No obstante, aseguró que todo se realizó de forma legal, ya que sus familiares ya en el 97 se instalaron en la colonia Guahory. Dijo que le quieren culpar de lo que está ocurriendo en la zona cuando que actuó conforme a la ley.
Acusó a los líderes de la oposición y a algunos parlamentarios de buscar rédito político en todo este embrollo, a costas de su trabajo.