26 abr. 2025

García Márquez, un ejemplo de aprendiz que no quedó anulado

El escritor colombiano Juan Carlos Botero piensa que si no hay más novelistas en el mundo es porque muchos acaban “castrados” al no ser capaces de encontrar una “voz propia” a partir de las enseñanzas de quienes eligen como maestros. Algo que no le ocurrió en absoluto a Gabriel García Márquez, quien supo asimilar las influencias de autores como Kafka, Faulkner y Hemingway y crear algo totalmente diferente y propio, según señala a Efe este admirador y estudioso de la obra del Nobel de Literatura.

Recordado.  Gabriel García Márquez falleció el 17 de abril de 2014, en Ciudad de México.

Recordado. Gabriel García Márquez falleció el 17 de abril de 2014, en Ciudad de México.

Botero es uno de los elegidos para conmemorar el medio siglo de Cien años de soledad, la obra cumbre del colombiano García Márquez, en la 34 Feria del Libro de Miami, que comienza mañana.

En una entrevista con Efe, Botero señaló que hace años cuando analizó para su tesis doctoral el proceso de formación como novelista de García Márquez desarrolló el concepto de las “zonas de influencia” para explicar las bases sobre las que se consolidó.

Ahora está profundizando en el tema para un ensayo que espera publicar en 2018, después de dar a la imprenta su próxima novela, en la que lleva trabajando nueve años.

Botero, hijo del pintor y escultor Fernando Botero, conoció personalmente a García Márquez, quien fue en una época amigo de su padre, aunque por “cosas de artistas” se distanciaron. “Tengo muy buenos recuerdos de él, fue muy generoso e hizo comentarios favorables sobre mis obras”, dice.

El ganador del premio Juan Rulfo considera que, salvo Miguel de Cervantes, no ha habido otro novelista en lengua española de la importancia de García Márquez. “García Márquez es un fenómeno realmente excepcional en la novelística en castellano”, señala.

Influencia. Los primeros cuentos de García Márquez, publicados a partir de 1948 en el diario bogotano El Espectador y recogidos años después en Ojos de perro azul, son kafkianos. Lo interesante es que García Márquez se dejó influir por cada uno de esos maestros solo hasta que logra adueñarse de sus recursos, luego “termina despreciándolos”.

La lucha en el proceso de asimilación no es fácil y eso explica que no haya más novelistas: la mayoría de los que intentan serlo “acaban castrados por sus maestros y precursores”, expresa el escritor Botero. EFE