EFE
El Ministro de Salud Pública, Antonio Barrios, anunció en un comunicado la creación de un comité entre varias instituciones que estudiará “especialmente en las zonas denunciadas donde existe un aumento significativo de número de cánceres y de efectos adversos a raíz de las fumigaciones”.
Desde hace unos dos meses distintas comunidades de labriegos que tienen pequeños cultivos de subsistencia o para venta, comenzaron una serie de manifestaciones frente a las plantaciones de soja donde denuncian que los productores usan los agroquímicos sin respetar los límites legales.
Según la Federación Nacional Campesina (FNC), en el país se utilizan cada año 60 millones de litros de agroquímicos en las fumigaciones de soja, un cultivo que produce dos cosechas anuales.
Paraguay es el cuarto exportador de soja del mundo, con cerca de 3 millones de hectáreas dedicadas al cultivo de esa planta, la mayor parte de las cuales son plantaciones transgénicas, modificadas genéticamente para que no les afecte el uso de estos pesticidas, que destruyen el resto de la vegetación.
“Sabemos que las fumigaciones hechas sin ningún tipo de precaución pueden ocasionar cefaleas, vómitos, náuseas, incluso reacciones alérgicas y molestias en el área ocular como ardor o picazón. Eso sí sabemos que ocurre, pero de ahí a que produzcan efectos oncológicos todavía no se ha demostrado”, dijo Barrios.
El ministro matizó que no descarta esa posibilidad, y por eso realizarán los estudios pertinentes.
Algunas de las instituciones que participarán de la investigación serán el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), el Instituto Nacional de Toxicología, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, la Dirección General de Salud Ambiental, así como el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición.
“La literatura mundial no habla de que los agrotóxicos sean precursores del cáncer si son utilizados en dosis adecuadas”, abundó Barrios.
El titular del Ministerio de Salud aseguró que la intención del Gobierno “es clarificar lo antes posible” si estos químicos producen efectos cancerígenos.
“Vamos a realizar estudios de campo, análisis de suelo, a fin de medir la cantidad de agrotóxicos que puedan contener los cultivos”, manifestó Barrios, sin explicar cuándo comenzarán ni cuando estarán listos los resultados.