Lupe Galiano | lupegaliano@uhora.com.py
La acción transcurre en los años 50, donde la brillantina es a los hombres lo que la laca a las mujeres en los 60. El argumento es simple: Sandy (Olivia Newton-John) y Danny (John Travolta) mantienen un romance de verano y esperan no volver a verse nunca más, ya que ella debe volver a Australia.
Pero la vida da vueltas y ambos se reencuentran en el instituto Rydell, una típica escuela secundaria de Estados Unidos. En ese escenario, el tipo duro, de cabello engominado y uno de los líderes de la pandilla de varones los T-birds, desdeña a la rubita mojigata.
El año es largo, así que varias situaciones de encuentro y desencuentro se suceden: un concurso de baile, una carrera de autos y la cotidianidad de la escuela.
Los ritmos lentos, movidos, románticos y alegres marcan la banda sonora, que terminó el 78 como el segundo álbum más vendido de los Estados Unidos, después de Fiebre del sábado a la noche (Saturday night fever, 1977), la película que catapultó a John Travolta.
Al finalizar las clases, el club de chicas Pink Ladies convierte a la simplona Sandy en una femme fatal, de pantalón de lycra ajustado, melena enrulada y un cigarrillo en el carrillo. La pasión resurgirá en un pegadizo You’re the one that I want (Eres el único al que quiero).
A los fanáticos de la cinta no les importó que ninguno de los actores tenga edad escolar e incluso la treintañera Olivia Newton-John era por lo menos 10 años mayor que Travolta. Otra veterana e inolvidable actriz del elenco es Stockard Channing, quien desempeña con maestría el papel de la sarcástica Rizzo, la antiheroína.
El filme tuvo algunas nominaciones, pero no obtuvo premios y fue el principio y el fin de la carrera de Travolta y de Newton-John, que nunca pudieron desprenderse de la alegría de cantar y bailar, tanto que Travolta solo se queda en la mente de los espectadores por Pulp Fiction, donde la escena más recordable es justamente el baile.
En Paraguay, también arrancaron suspiros en el desaparecido cine Roma, con funciones solo aptas para mayores de 14 años, probablemente a causa de algunos temas de los cuales no se hablaba en los 70, como la pérdida de la virginidad en las mujeres, el respeto que los varones debían a las chicas “casaderas” y el embarazo precoz.
Después de una hora y 50 minutos de conflictos amorosos, besos que se insinúan y no se dan, un rock a lo Elvis Presley y sobre todo mucha brillantina, la cinta se despide con un baile generalizado, libres de tabúes.
En 1982, la industria cinematográfica intentó revivir el éxito en Grease 2, con un elenco nuevo, y más tarde, en 1983, quiso reunir a Travolta y Newton John en otra esperanza: Tal cual (1983), pero ambas películas pasaron sin pena ni gloria porque, como dice el dicho, nunca son buenas las segundas partes.