NARANJAL
Ayer se produjo el hallazgo del cadáver de Virgilio Guerrero López, de 62 años, a unos 200 metros de la vivienda donde hirió en el cuello a su ex pareja, Clemira John Oliveira, de 59 años, en la noche del miércoles.
El hombre dejó una esquela en la que pedía perdón por la determinación asumida, según informes de los investigadores.
Una comitiva encabezada por la fiscala María del Carmen Meza y agentes de Homicidios se constituyó en la vivienda situada sobre la calle Industrial y 6 de Enero del centro urbano de Naranjal, para inspeccionar la escena y se encontró con el cadáver.
Guerrero López había atacado con un cuchillo a su ex pareja, al día siguiente de haber sido firmada una medida de protección por el juez Federico Jiménez, a favor de su ex pareja.
Aún así, los investigadores confirmaron que el ahora fallecido estuvo almorzando en la casa el miércoles al mediodía, cuando se despidió diciendo que saldría de viaje y que no se preocuparan.
Ese mismo día, atacó con un arma blanca a Oliveira, quien recibió un corte en el cuello y fue socorrida por los familiares. Mientras que el autor se fugó del lugar, internándose en el bosque.
Determinación. Los agentes de Homicidios siguieron un sendero por donde se había escapado y a unos 200 metros del sitio localizaron el cuerpo sin vida, detrás de una vivienda abandonada.
El cadáver presentaba una herida con arma blanca en el cuello y la mano izquierda amputada. Murió desangrado, según el diagnóstico médico forense.
Esquela. Al lado hallaron sus pertenencias personales, entre ellas un teléfono celular y un anteojos, mientras que la esquela estaba en el bolsillo de su pantalón, de acuerdo con el relato del oficial inspector Édgar Galeano, de Homicidios.
Guerrero no aceptó la situación y resolvió ponerle fin a su manera, según explica en la nota hallada en su bolsillo, señaló el oficial de la Policía. Los familiares confirmaron que la letra le correspondía.
CARROÑEROS. La amputación presentada en la mano no corresponde a una herida con arma blanca y podría tener su causa en animales carroñeros, que abundan en la zona.
Según datos de los moradores de la zona, en ese sector se suelen cazar animales salvajes, como jabalí y otras especies, que bien pudieron haberle amputado la mano.