Las bajas temperaturas y el agresivo viento de la mañana del sábado último dispusieron que un sincero gesto de amor no solo genere alegría en unos niños, sino que los llene de un calor regocijante y aliviador; reflejados en inocentes miradas.
Rodrigo Ibáñez (24) iba caminado sobre la céntrica calle Oliva camino a su negocio, un puesto de electrodomésticos, sintiendo levemente el frío porque una campera gruesa y otras indumentarias lo protegían.
Con la atención dispuesta, al llegar sobre las calles Oliva casi 14 de Mayo, unos niños descalzos, sin abrigos y con las narices chorreando, captan completamente su atención. Estos estaban en compañía de su madre.
Alertado por tal situación, el joven decidió acercarse a la mamá de los pequeños y les pidió que lo acompañen a una tienda ubicada a unos metros porque quería entregarles un obsequio. La madre aceptó y en compañía de sus hijos, acompañó a Rodrigo.
“Me dolió en el alma ver a esas criaturas en tal estado. Yo súper abrigado y ellos descalzos sin ningún abrigo, con las narices chorreándoles. Tenía la posibilidad en ese momento de llevarles a una tienda cercana y comprarles zapatitos, y al menor, una campera”, relató el joven en contacto con nuestra redacción.
Dijo no esperar nada a cambio de su acción y que ni siquiera pensaba que el gesto suyo sería dado a conocer. Detalló que no es la primera vez que lo hace y que por medio de estas acciones cree que es posible conseguir un mundo mejor.
“No estoy en contra de la gente que publica este tipo de acciones en redes sociales pero prefiero concretar estos ideales sin pedir ni esperar nada a cambio. Lo sentí en mi corazón y lo hice”, refirió.
Explicó a ÚH.COM que no logró percatarse de que le tomaron una foto. Dijo que tiempo después se enteró de que fue uno de los vendedores de la tienda quien lo fotografió. “Recién me di cuenta de que figuraba en redes sociales la imagen porque mi celular explotó de tantas notificaciones”, confirmó.
“Me nació del corazón, no hice buscando ningún fin. Siempre trato de ayudarle al que necesita, no soy de dar dinero sino de comprar comida o brindar abrigos si puedo hacerlo. Vengo de una familia que siempre ayudó a los que necesitaban; fui educado de esa manera”, sentenció.
Comentó que los mismos representantes de la tienda a la que recurrió se comunicaron con él para saber si no le ofendió ni le molestó que uno de los funcionarios haya tomado una foto del momento solidario. Desmintió el rumor de que se trata de una publicidad para alguna marca.
"¿Sabés por qué permito que me entrevisten? Porque hay mucha gente que no hace esto y tiene mucho más para dar pero le falta el pudor para ver que hay gente que necesita. Accedo a detallar lo que hice porque deseo que imiten la acción de generosidad”, asintió.
Para el hombre, la gente necesita observar más al prójimo. “Estos gestos hacen la gran diferencia. Mi lema es ayudar al prójimo sin esperar ni recibir nada a cambio. Lo hago por un mundo mejor”.
Finalmente, Rodrigo dio a conocer su parecer sobre la situación a la que muchos gobernantes someten al pueblo. Mencionó que la sociedad está integrada por una “política sucia”. “Los gobernantes no le ponen empeño a su trabajo. Nosotros elegimos a las personas que nos van a gobernar y ellos nos funden con su mal desempeño”, disparó.
¿Quién es Rodrigo? Rodrigo Ibáñez es un joven de 24 años. Papá de un menor de 5 meses y compañero de vida de la madre de su pequeño. A su corta edad se lanzó al mercado profesional como comerciante y emprendió un negocio de electrodomésticos en un local ubicado en el centro. Tiene cuatro hermanos y aún sus padres lo acompañan con el ejemplo. Asegura ser el reflejo de su familia.