29 abr. 2025

Informal

Por Wendy Marton – En Tw @WendyMarton

¿Qué posibilidades de crecer y aportar al crecimiento de un país tiene una persona cuyas oportunidades de tener un empleo formal en un país como este son escasas? O planteado de otra manera, ¿por qué una empresa invertiría en capital humano si este formará parte de su nómina solo temporalmente?

De acuerdo con los datos de la encuesta sobre Empleo Informal, de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec), y con resultados para el periodo 2010-2014, para el año 2014 de 2.477.378 personas ocupadas, un total de 1.565.615 personas tenían un empleo informal en Paraguay, es decir, el 63% está comprendido dentro de la franja del empleo informal o temporal.

Los mayores porcentajes de ocupados con empleo informal se dan en los extremos de las edades, sobre todo entre los más jóvenes (de 15 a 24 años de edad con niveles de más del 80%).

Veamos, según la definición de la Dgeec el empleo informal incluye a trabajadores por cuenta propia o a patrones o empleadores cuya empresa no está inscripta en el RUC del Ministerio de Hacienda; trabajadores familiares no remunerados (independientemente de que la empresa donde trabaja tiene o no RUC); empleados u obreros privados que no aportan al sistema de jubilación o pensión, independiente de la situación de la empresa donde trabaja; empleados y obreros públicos que no aportan al sistema de jubilación o pensión; y empleados domésticos que no aportan al sistema de jubilación. Se excluye de la estimación a toda la rama de actividad “Agricultura, Ganadería, Caza y Pesca”.

En general, es difícil encontrar empresas que quieran invertir en su capital humano. Y justamente esa falta de interés hace que les cueste encontrar personal calificado y bien formado para mejorar su rentabilidad. Por ello, el Ministerio de Trabajo debería tener un programa –y si lo tiene, difundirlo– no solo destinado a formar en oficios a los jóvenes que egresan de los colegios públicos, sino también ver la manera de incentivar a las empresas a contratar formalmente a los jóvenes y a capacitarlos constantemente.

Por ello, es lamentable que el Gobierno solo inste a los jóvenes a pensar en tener un oficio.

Este país necesita crecer y para ello precisa de personas altamente calificadas. Promover carreras de ingeniería o de informática debería ser el norte del Estado, y no de un gobierno en particular. En los próximos años, solamente aquellos que tengan especialización podrán soñar con un futuro mejor para su familia.