El sector de la construcción es una opción importante que, en una primera etapa, ayudará a absorber en parte a ese grupo de gente que quedó desempleada por el cierre de comercios.
“Nosotros, con la construcción del World Trade Center, de manera directa vamos a ocupar a unas mil personas, luego, y cuando inicien las operaciones se emplearía a 300 personas. Si a eso se suman otros emprendimientos que se están lanzando, va ser una ayuda importante, pero no suficiente”, aclaró el empresario.
TURISMO. En su opinión, la capital del departamento de Alto Paraná tiene todo el potencial para convertirse en un atractivo turístico para la zona y aprovechar la gran cantidad de visitantes que anualmente se llegan de distintos puntos del mundo hasta las Cataratas de Yguazú, ubicadas a pocos kilómetros, en territorio brasileño y argentino.
“Podemos jugar un rol importante empezando por menores costos, la cuestión es decidirse a jugar este partido. No hay que traer a los turistas porque ellos ya están ahí, al otro lado del puente. Lo que tenemos que hacer es crear la infraestructura y los servicios para recibirlos”, destacó.
ALTA GAMA. Otra opción para captar visitantes es desarrollar centros comerciales que ofrezcan productos de alta gama, es decir, no solo enfocarse en el tradicional sacoleiro (turista de compras) del Brasil y apuntar al comprador de ingreso alto de los estados de San Pablo o Curitiba.
“Podemos ofrecer los mismos productos que ellos compra en Miami (EEUU), pero a unos cientos de kilómetros de distancia. Las crisis son ciclos o periodos económicos, que se pueden convertir en oportunidades de cambio para la ciudad”, resaltó.
Consideró que un sector del empresariado entendió esta lógica y por eso se explica estas grandes inversiones que se están haciendo en centros comerciales y de eventos, además de hoteles de primer nivel en la zona, pese a la crisis por la que atraviesa la tradicional actividad comercial.