El cadáver fue entregado por la Policía israelí a su familia, residentes en la parte este de Jerusalén, convirtiéndose en el segundo cuerpo de un atacante o presunto atacante procedente de esta parte de la ciudad que es devuelto desde el inicio de la ola de violencia, informó hoy la edición digital del Yediot Aharonot.
De acuerdo al medio, las autoridades israelíes aún conservan los cadáveres de al menos 8 palestinos muertos desde el 1 de octubre de 2015.
En este periodo, han perdido la vida 182 palestinos, dos tercios de ellos al perpetrar o intentar perpetrar ataques confirmados o supuestos contra israelíes y el resto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania.
Y 30 israelíes y tres personas de otras nacionalidades han perecido víctimas de estas agresiones.
Al inicio de la ola de violencia, Israel decidió no entregar los restos de los palestinos protagonistas de agresiones como medida disuasoria para posibles atacantes.
Sin embargo, los servicios secretos israelíes y el Ejército advirtieron al Ejecutivo de que esta práctica eleva la tensión entre los palestinos, y desde el Ministerio de Defensa se aseguró que cada caso sería evaluado.
En enero de este año los palestinos crearon un comité que reclama a Israel los cuerpos retenidos no sólo desde octubre, sino desde hace varios años.