Una delegación compuesta por 14 músicos viaja hoy a Panamá. Son integrantes de la Orquesta de Instrumentos Reciclados, que brindará una serie de presentaciones gracias a una invitación cursada por la Embajada paraguaya en ese país.
Los niños y jóvenes músicos son dirigidos por Favio Chávez, quien elaboró un repertorio con obras de reconocidos autores paraguayos y universales, así como con temas de inspiración folclórica de Panamá.
“Esta es la primera vez que voy a viajar en un avión y me siento feliz”, menciona Rocío Riveros (15), guitarrista y ejecutante de flauta traversa. Ella vive en la zona de Cateura, como muchos de sus pequeños colegas.
La orquesta pertenecía hasta el 2011 a Sonidos de la Tierra, un programa social impulsado por Luis Szarán desde hace 10 años, en el que miles de niños y jóvenes cambiaron sus vidas a través de la música.
Actualmente el proyecto sigue de manera independiente con el apoyo de los padres, quienes también aprenden autogestión, señala Chávez. Además, resalta el valor del proyecto que ofrece a los chicos las herramientas para crear instrumentos a partir de la basura, y formar a los jóvenes para su ejecución.
FALTA DE ESPACIO. El único inconveniente con el que tropieza desde hace un tiempo la afamada orquesta de reciclados, que da que hablar en países europeos y americanos -según los encargados del proyecto-, es que no cuenta con un espacio físico para los ensayos.
“Los músicos practicaban en las escuelas cercanas a Cateura, pero los directivos nos cerraron las puertas; porque dependemos del humor de la directora o de los profesores. No tenemos dónde ubicarlos para que sigan estudiando y no queremos que dejen de aprender porque con esto ellos cambian sus vidas y a nosotros también nos alcanza ese cambio”, expresa al respecto Carmen Cabrera, madre de Rocío, integrante de la especial orquesta.