Hace menos de un mes, el 31 de marzo pasado, Celmi Yerutí Ferreira Rojas (33) ingresó al Instituto de Previsión Social (IPS) para trabajar como secretaria privada del consejero Juan Torales.
La misma no realizó concurso de méritos y aptitudes y le concedieron la categoría G-14, lo que significa que cobrará desde este fin de mes G. 5.102.465 por trabajar mediodía en la previsional.
Ante las versiones y molestias que surgieron sobre este hecho en las redes sociales, el presidente del IPS, Benigno López, expresó que la ley de presupuesto de la institución permite que cada consejero pueda llevar a su equipo de confianza sin la necesidad de que estas personas concursen, tal como deben hacer obligatoriamente los funcionarios en otras entidades.
“Son los consejeros quienes piden que estas personas ingresen al Consejo para que realicen la actividad que ellos crean necesaria”, explicó López lanzando la responsabilidad del caso a Torales.
Aseguró que cuando el consejero en cuestión sea destituido, renuncie o simplemente se retire del IPS, su secretaria también deberá abandonar la institución. Esto, a pesar de que en los documentos de la previsional la mujer figura como “permanente”.
López reconoció que la situación hace que los demás funcionarios se sientan molestos porque nadie puede entrar o recibir un ascenso sin que antes haya concursado.
Sin embargo, López señaló que el Consejo de Administración podría revisar la legalidad de esta contratación que levantó polvareda en la opinión pública. Sobre todo por fotografías supuestamente de Ferreira en las oficinas del IPS posando muy provocativa.
Antecedentes. Una de las muestras del despilfarro del dinero público en IPS es que Juan Torales, conocido dirigente sindical, en junio de 2015 fue de viaje a Ginebra, Suiza, supuestamente a participar de la 104.ª sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo. El sindicalista recibió como viático de parte del IPS G. 31 millones, situación que aquella vez fue reconocida y aceptada por el propio López.
Torales tiene varios conflictos con los sindicatos porque supuestamente ellos ya no se sienten representados por él en la Central de Trabajadores.
Es más, el día de ayer, representantes campesinos se refirieron al consejero -y a otros dirigentes- como “traidor” de la causa social.
Este diario ayer intentó comunicarse varias veces con el afectado, pero no atendió las llamadas. Tras la insistencia, Torales apagó el celular.