Tanto como para la mujer como para su marido, Apolonio Morínigo, su compañero de toda la vida, y padre de Edelio, la espera se hace eterna, pero aseguran que tienen esperanza que termine.
“La última vez que tuvimos una prueba de vida fue hace tres años; en octubre de 2014, cuando Arlan (Fick) estaba todavía con él. Desde esa vez, no sabemos nada. No sabemos si lo mataron o sigue con vida”, dice con voz potente la mujer, ante la atenta mirada de su marido, que permanece callado y asiente con la cabeza.
En estos años, la familia Morínigo Florenciano luchó duramente contra la depresión. Así lo afirma Ricardo, uno de los hermanos que quizás más parecido físico tiene con el suboficial desaparecido. “Si por los menos nos dan una prueba de vida. Eso nomás pedimos”, alcanzó a decir venciendo a medias la timidez.
Los demás hermanos de Edelio acompañan a sus padres, en la casa familiar en Arroyito. Adalberto, otro de los que era muy cercano a su hermano, entró en una depresión muy severa, según explicó su madre.
Obdulia recordó además cuando el ex ministro Francisco de Vargas dijo que Edelio se unió al EPP. Dijo que esto, antes de golpearla, le dio más fuerzas para levantar la cabeza. “No puede ser que piensen de nosotros así; que pongan en duda la educación que di a mis hijos”, agregó.