ÚH reveló que la telefónica estatal Copaco SA tiene actualmente 7.816 reclamos pendientes de respuesta en la Gran Asunción. A los abonados les resulta incomprensible cómo es que la empresa tiene la capacidad para mantener y pagar sueldos a miles de funcionarios, y que a la hora de dar soluciones a problemas de servicio no ayudan.
De acuerdo con los antecedentes, la compañía llegó a tener más de 5.300 funcionarios durante los últimos gobiernos. Denuncias realizadas, en su momento, dan cuenta de la contratación de personal administrativo, en su mayoría, derivada de vínculos de la clientela política de los mandantes de turno.
En la Gran Asunción, la mayor cantidad de abonados que sufren un vía crucis constante son los de San Lorenzo, Trinidad, Luque, Villa Morra y Fernando de la Mora.
Los cortes prolongados del servicio de la línea baja o su mal funcionamiento son los problemas que más generan reclamos. Le siguen en el mismo sentido los cortes de servicio de internet. En las dos situaciones hay casos extremos de meses de reclamos sin que la empresa haya logrado dar solución, según denuncias en las redes sociales o llamados a los medios de comunicación.
guerra. En medio de este estado de ineficiencia, apareció un cruce entre un sector de la dirigencia sindical y Rogelio Benítez, titular de la telefónica. José Medina, líder del movimiento FUS, acusó a Benítez de propiciar la caída de la empresa para ofrecerla a capitales multinacionales.
El titular de la Copaco rechazó que exista tal situación y aseguró que están realizando inversiones y tomando medidas para reflotar la empresa. Puso de ejemplo que su administración logró sacar a 600 funcionarios, hecho que le genera un significativo ahorro para hacer otras inversiones, a los cuales se suman los ajustes en viáticos, combustibles y otros ahorros.
Admitió que sí están rebasados en la atención a demandas insatisfechas de los abonados, situación que les está haciendo ver si logran interesar al capital privado para que cubra lo que la Copaco no puede responder.
“Cuando hay tantas quejas, frustración y reclamos insatisfechos, si no damos abasto a pesar de todos los esfuerzos, empecemos a interesar al capital privado. En esto no hay pecado”, remarcó.
Explicó que la idea es que si existen 1.000 pedidos de conexión de servicios, sean atendidos la mayor parte por Copaco y del resto se haga cargo un servicio privado.
Benítez también confesó la existencia de boicot interno de sectores sindicales, que no están de acuerdo con recurrir al sector privado.