La educación integral de la sexualidad con enfoque de derechos no es enseñar a los niños a ser homosexuales, como a veces se quiere pintar, apunta la oficial de Salud del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Paraguay (Unfpa), doctora Adriane Salinas Bomfim.
Por el contrario, les enseña a protegerse ante casos de violencia sexual, identificar los toques indebidos, informarse sobre su cuerpo y obtener ayuda cuando sufren algún caso, indica la experta.
“Las estadísticas indican que las personas con mayor acceso a información retrasan el inicio de sus relaciones sexuales; si tienen más información también cuentan con más oportunidades de buscar ayuda oportuna que una persona desinformada”, comenta .
Recuerda que hace unos años se intentó instalar una política pública de educación integral de la sexualidad en las instituciones educativas, con el Marco Rector, pero el trabajo fue retirado por “presión de grupos fundamentalistas”.
El tema reflotó con el caso de la niña embarazada con apenas 10 años, víctima de una supuesta violación por parte de su padrastro. El caso hoy recorre el mundo a través de las noticias.
“En un país donde tenemos 600 casos de niñas embarazadas, 2.000 embarazos adolescentes, estamos fallando en la prevención primaria, que es la educación”, remarca la oficial de Unfpa,
Política educativa. Para Margarita Rehnfeltd, de Base Educativa y Comunitaria de Apoyo (BECA), el Paraguay no cuenta con una política pública de educación sexual actualmente. “El MEC enseña sobre sexualidad en el currículum, pero desde un ámbito muy biologista, no con enfoque de derechos”, explica.
“No hay un programa intencional que busque la prevención, de acuerdo a la etapa madurativa de los menores”, afirma. Agrega que los niños son bombardeados con información sobre sexualidad desde las redes sociales, los celulares o la televisión, sin que exista una contraparte que les indique la información correcta. “Esta contraparte debería ser la escuela”, sostiene.
Asimismo, refiere que en la escuela pública se habla mucho del sexo como relaciones sexuales y no del derecho de las personas a conocer su cuerpo, de no ser discriminado, según Rehnfeltd.
“Ellos (los niños) deben saber que nadie tiene que tocarles sus partes privadas; así comienzan los abusos, son sistemáticos y se dan de parte de mayores de su confianza, porque les enseñamos a confiar en ellos ciegamente”, lamenta. La educación sexual también habla de la paternidad responsable y el retraso en el inicio de las relaciones sexuales, según dice.