“Después de los trabajos realizados, podemos confirmar la identificación de los restos óseos, y coinciden con la persona que fuera secuestrada el 28 de agosto de 2003, y se trata efectivamente de la señora Gilda Estela Vargas”, empezó diciendo la representante del Ministerio Público encargada de la investigación.
Los restos óseos fueron hallados el lunes en una propiedad deshabitada del barrio Achucarro de San Antonio, en donde el guardia Robert Sanabria, vinculado al secuestro de la mujer, tenía su vivienda precaria de dos piezas. El hombre luego fue ultimado en Tacumbú.
En tanto, el médico forense, doctor Pablo Lemir, indicó que “los elementos principales para llegar a una conclusión con ciento por ciento y confirmar la identidad fueron el odontograma forense y las características antropológicas de los huesos”.
Agregó que “la media aritmética de defunción da ocho años”, por los análisis científicos a los que fueron sometidos las partes óseas de la víctima.
Especificó, y muy claramente, que los motivos de la defunción aún son difíciles de determinar, puesto que no se visualizaron fracturas, así como tampoco se observan rasgos de heridas de armas de fuego. Aclaró que lo único que se puede determinar, científicamente, es si la causa de la muerte se dio por una intoxicación.
PRUEBA. La fiscala Liliana Alcaraz mencionó que las muestras de los restos óseos, así como la tierra y otros elementos encontrados luego de la excavación serán sometidos a un estudio toxicológico.
En este sentido, el doctor Pablo Lemir explicó que esto se dará para determinar si es que la misma haya sido envenenada.
“Vamos a ver si ella no fue sedada o dopada, y para eso vamos a utilizar la tierra y la tela del colchón con la que estaba tapada, y así ver si después de la descomposición quedó algún dato nuevo”, describió el experto forense del Ministerio Público.
Los resultados estarían en unos 15 días.
DETALLES. Algunos elementos que ayudaron a la determinación completa y exacta de la identificación también fueron, por un lado, en lo científico la placa odontológica que se cotejó con las del óseo.
Asimismo, se incautaron del lugar otros elementos que fueron corroborados, como las prendas femeninas de la mujer, así como un calzado deportivo de marca, y un aparato celular de la marca Samsung, que los familiares de Gilda Estela Vargas lograron registrar.
IMPORTANTE. Otro de los elementos de suma importancia para lograr la identificación de los restos óseos, y asegurar que se trataba de la empresaria gastronómica fueron las cirugías a las que fue sometida.
Así lo explicó Lemir, mencionando que se encontraron rasgos de secuelas de fracturas antiguas que Gilda sufrió antes de su desaparición. Describió que en su pie aún estaban los tornillos que quedaron como parte de una cirugía, indicó.