Paraguayo Cubas llegó a la capital del país este lunes por la tarde en compañía de sus amigos de lucha. Más de 300 kilómetros recorrieron a pie, debido a partieron del Este del país hasta Asunción caminado para conseguir “que la justicia se aplique” ante una serie de hechos irregulares.
Su llegada no fue tomada con alegría por las autoridades nacionales, quienes lo trataron como un delincuente y encargaron todo un operativo importante de personal policial para que custodien sus pasos. Incluso no lo dejaron caminar por la avenida Mariscal López por miedo a que “ataque” Mburuvicha Róga.
Sepa más del caso en Payo Cubas “decorará" con grafitis 100 casas de autoridades del Gobierno
Este viernes, Payo fue hasta la sede de la Comandancia de la Policía Nacional con el fin de concretar una denuncia formal porque, a su criterio, lo estaban persiguiendo desde hacía 48 horas.
Tras ello, terminó agrediendo de manera verbal a los agentes policiales que se encontraban en el lugar porque no le dejaron conversar con el comandante, Críspulo Sotelo. Tal hecho generó indignación y todo tipo de comentarios en redes sociales.
Más allá de lo ocurrido este viernes, un fuerte operativo policial y militar custodia los alrededores del Palacio de Gobierno y del Congreso Nacional. Varias calles están valladas y se prohíbe incluso la circulación de personas caminando, mientras Payo se encuentra instalado en se la Plaza de la Democracia sobre las calles Oliva y Nuestra Señora de la Asunción.
Desde la calles 15 de Agosto las vallas de seguridad se muestran relucientes igual que uniformes camuflados y de policías. El caos vehicular va de la mano de todo este desfile policial y genera impaciencia y nerviosismo en las calles.
El miedo de las autoridades es que el polémico abogado cumpla con su amenaza: “decorar” con grafitis la casa del presidente de la República, el Palacio de Gobierno, el Congreso y otras más de 60 viviendas de otras autoridades oficialistas.
Cubas sostuvo que continuará en la capital hasta que el presidente de la República, Horacio Cartes, renuncie al cargo y que los propios parlamentarios pidan “su cabeza”. No le interesa, ni teme siquiera, que por todo esto, lo metan a la cárcel, dijo. Con esa declaración se puede esperar que el caos en el tránsito siga siendo una constante por “un tiempo” más.