Por ello, se apunta a que los pequeños productores opten por estas alternativas para su subsistencia y para la comercialización, según explicaron técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
“No podemos competir con la producción bovina, pero sí podemos ser una alternativa bastante interesante para el pequeño productor porque producimos mucha cantidad en menor espacio”, explicó el Dr. Miguel Irún, que forma parte de la Mesa Ovina del MAG.
Esta instancia elaboró un plan nacional para fomentar la producción de carne de oveja entre los pequeños productores. Dicho plan aguarda la aprobación final del ministro de Agricultura y Ganadería, Juan Carlos Baruja, para su puesta en marcha.
Una de las ventajas fundamentales de la carne de oveja es el precio, mencionó Irún. Mientras que el promedio de precio de la carne vacuna es de G. 13.000 el kilo, el de la carne ovina es de G. 20.000 el kilo, destacó Irún. El problema es que la producción no se mantiene durante todo el año, es insuficiente para la industria. Esta es la situación que se buscará revertir.
“Es un negocio rentable. Tenemos industriales brasileños que quieren venir a poner un frigorífico, pero el volumen para hacer industria es aún insuficiente”, comentó.
Así también las cadenas de supermercados consultan al MAG dónde pueden conseguir carne de oveja, lo que demuestra que la demanda existe, indicó.
En cuanto a los búfalos, el coordinador del plan nacional, Jorge Francia, dijo que el animal es ideal para ser criado en nuestro país. Además, tiene un menor costo de producción porque es menos propenso a enfermedades, tiene mayor resistencia, durabilidad y flexibilidad.
Para el consumidor, también hay varias ventajas. Cuenta con más proteínas y minerales, tiene menos colesterol y menos calorías, mencionó Francia.
La pregunta es, ¿por qué entonces no se popularizó? “A mi parecer es porque escapa del conocimiento, nos quedamos mucho en nuestro molde de la vaca y no se impulsa, no se promociona, no se le da agilidad”, dijo.
Actualmente, existe un borrador de plan para potenciar el búfalo, que contempla la importación genética y la capacitación como ejes.